| Crónica | Una lenta sangría |
El ocaso del cine en León
La ciudad, que se encuentra en su momento más bajo, tras asistir durante décadas al cierre de salas, espera recuperar el esplendor de los sesenta con la llegada de proyectos como el de Cinebox
El Pasaje fue el último. Pero la sangría comenzó mucho antes. León ha ido perdiendo salas de cine hasta quedarse únicamente con dos multicines -Van Gogh y Kubrick- y el viejo Teatro Emperador; la cifra más baja de los últimos treinta años. De hecho, León se ha convertido en una de las capitales de provincia con menor número de salas de proyección de todo el país. Sin embargo, podría ser sólo un período de transición si se cumplen algunos proyectos, como el de Cinebox, que tiene previsto abrir nueve salas en la zona conocida como Espacio-León, situada en el Área 17 -la prolongación del Polígono 58-. Estos minicines forman parte de la «gran manzana» que se está construyendo al otro lado del puente de San Juan de Dios, donde se incluyen áreas dedicadas al ocio moderno, con juegos interactivos, boleras, restaurantes y una galería comercial. Pero no es el único proyecto cinematográfico que aguarda a esta ciudad. La nueva estación de tren, que se construirá detrás del edificio de los Juzgados, en una superficie superior a los 50.000 metros cuadrados, también prevé acoger en sus tres plantas unos minicines. Vialia-Estación, como se denomina a este complejo que construirá una sociedad participada por Renfe, no tiene aún una fecha clara de apertura. El proyecto es similar al que se desarrollará en otras dieciséis estaciones españolas. La que parece menos viable es la idea de la empresa Elde de construir un centro de ocio, con varios multicines, en el párking de Santa Nonia. Este proyecto estaba condicionado a la compra del Teatro Emperador por parte del Ayuntamiento y a un complicado «canje» de parcelas entre la corporación municipal, la Diputación y la citada empresa de espectáculos. Pero el alcalde descartaba hace unos días la adquisición del viejo teatro, cuya rehabilitación asciende a 800 millones de las antiguas pesetas. León nunca recuperó el esplendor de los años sesenta. Una a una, las antiguas salas fueron cerrando para albergar un bingo (Condado), un área de juegos infantiles (Trianón), un supermercado (Pasaje)... León tiene actualmente casi las mismas salas que Ponferrada.