El Gobierno moviliza al Ejército para vigilar la red ferroviaria de todo el país

El Gobierno ordenó este viernes movilizar al Ejército para que vigile la red ferroviaria española junto a la Policía Nacional y la Guardia Civil, después del hallazgo de una bomba en la línea del AVE que enlaza Madrid con Sevilla. La medida supone un reforzamiento del «Plan de Alerta Antiterrorista» (PAA) puesto en marcha seis días después de la matanza del 11-M, que constituye el mayor despliegue de seguridad de la historia moderna de España. Estas medidas excepcionales de control estarán en funcionamiento las 24 horas del día y en ellas participarán efectivos de las Fuerzas Armadas, a los que el Ejecutivo encargó la protección de las denominadas «áreas sensibles». Entre ellas están las líneas de alta velocidad que unen la capital con Sevilla y Lérida y otras líneas alternativas que enlazan Madrid con la capital andaluza. El Ejército aportará al dispositivo centenares de efectivos, vehículos todo terreno y blindados BMR. Junto a ellos estarán operativos 45 helicópteros, unidades de perros rastreadores de la Policía y de la Guardia Civil, vagonetas, plataformas de reconocimiento y trenes exploradores de Renfe. La decisión fue adoptada en una comida a la que asistieron los ministros del Interior y Defensa, Ángel Acebes y Federico Trillo-Figueroa, el jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante general Antonio Moreno Barberá; el jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra, Luis Alejandre Sintes, el secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Astarloa, y dos altos directivos de Renfe. El encuentro sirvió para hacer analizar los posibles riesgos, identificar los puntos menos protegidos de las líneas -como las cercanías de puentes y túneles, por los que los terroristas podrían acceder a la vía- y perfilar los medios que debían aportar Defensa e Interior para asegurar su total blindaje. Estas medidas excepcionales no suponen, según explicó el ministro del Interior, la paralización del resto de tareas contempladas en el PAA. Aquel plan ya encomendó al Ejército después del 11-M tareas relacionadas con el control de fronteras, espacio aéreo y aguas territoriales españolas, así como la vigilancia de polígonos petroquímicos, la refinería de REPSOL de Tarragona y el embalse de Atazar en Madrid, para prevenir posibles envenenamientos de agua. Acebes señaló que la primera fase del plan de emergencia fue el envío inmediato de unidades de la Guardia Civil para rastrear «kilómetro a kilómetro» las vías de la línea Madrid-Sevilla y Madrid-Lérida. Está previsto que el tráfico en la primera de estas líneas quede restablecido el sábado por la mañana, una vez concluido el reconocimiento. Este rastreo intensivo se extenderá a otras líneas de interés «prioritario», entre ellas las que enlazan Madrid con Levante, una zona a la que está previsto que se desplacen miles de personas con motivo de la Semana Santa. El ministro aseguró que la búsqueda no concluirá hasta que quede completamente acreditado que no hay ningún artefacto sospechoso en las vías.