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Publicado por
León

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El artefacto explosivo se componía de 12 kilos de «goma 2» conectados al detonador de cobre, desde el que salía un cable doble, con una línea roja y otra azul, con una longitud de 136 metros, que en su final se conectaba al iniciador, para que los terroristas pudiesen activar la bomba en el momento que lo deseasen y con la seguridad de estar a una distancia de seguridad suficiente del lugar de la explosión. La teoría de que los miembros del comando tuvieron que huir en el último momento se basa en que los bornes del final del cable ya estaban pelados y sólo restaba introducirlos en el iniciador para poder dejar activada la bomba. Los investigadores consideran que el artefacto se colocó minutos antes de ser descubierto porque una patrulla de la Guardia Civil y vigilantes de Renfe inspeccionaron el lugar del suceso sobre las 7:30 horas y no vieron nada sospechoso, y porque tanto la bolsa de plástico como los metros de cable estaban secos cuando fueron hallados, pese a la abundante lluvia caída durante la mañana. Al tiempo que se paralizaba la circulación en la línea, se registraba kilómetro a kilómetro en busca de nuevos artefactos y que los Cedax intentaban desactivar el explosivo, los investigadores de la Guardia Civil, en coordinación con los de la Policía Nacional, que son quienes indagan la trama del de los atentados del 11-M en Madrid, comenzaron la búsqueda de pruebas en el lugar de los hechos y los trabajos para localizar a los autores de la colocación de la bomba. Dentro de este operativo, se registraron unas seis viviendas rurales abandonadas que hay en las inmediaciones del lugar del atentado frustrado, que se encuentra muy próximo al puente sobre el ferrocarril por el que atraviesa las vías la carretera regional CM-4006. La Policía cree que los autores están relacionados con la célula terrorista del 11-M o que pertecenen a ella y no han sido aún capturados.