Diecinueve representantes de ERC, BNG, PNV y EA juraron su cargo en las cámaras por «imperativo legal»
Marín y Rojo logran la mayoría absoluta para presidir el Congreso y el Senado
Zaplana se encargó de calentar el ambiente al tachar de «trileros» a los socialistas
Los socialistas Manuel Marín y Javier Rojo fueron elegidos ayer presidentes del Congreso de los Diputados y el Senado en el curso de la sesión constitutiva de las Cortes de la VIII Legislatura. Ambos recibieron el apoyo de todos los grupos parlamentarios, a excepción del popular, como fruto del acuerdo alcanzado el día anterior. Marín obtuvo el respaldo de 202 diputados, mientras 142 votaban en blanco -los del PP-, dos al secretario de Organización del PSOE, José Blanco, que no había presentado su candidatura, y se contabilizaron tres votos nulos. Por su parte, Rojo fue elegido como octavo presidente de la Cámara Alta con 128 votos, dos más de la mayoría requerida, frente a los 123 que logró la senadora del PP Rosa Vindel. Emboscada parlamentaria Marín no se limitó a pronunciar un discurso protocolario, sino que le dio un claro contenido político. El séptimo presidente de la Cámara Baja desde la reinstauración de la democracia se comprometió a reformar «definitivamente» el reglamento del Congreso y pidió protección de los grupos para que la Mesa no se convierta en el «territorio de la emboscada parlamentaria». Su intención, dijo, es «rescatar» la época del consenso, en la que se resolvieron «cuestiones muy difíciles hasta producir casi milagros». Los diecinueve diputados de los grupos ERC, PNV, BNG, EA y Nafarroa Bai prometieron sus cargos como parlamentarios añadiendo la frase «por imperativo legal» que en su día patentó Batasuna. En el campo nacionalista tan sólo los diputados de CiU no usaron esta fórmula, sino que prometieron en catalán. Por su parte, Javier Rojo urgió a reformar la Constitución para que el Senado fortalezca su «carácter territorial» y tenga un «nuevo peso político». «El Senado no puede resignarse a ser un mero eco del Congreso, ni tampoco un efímero mecanismo de bloqueo de la Cámara baja», afirmó. Al igual que Marín, reivindicó el espíritu de consenso de las Cortes Constituyentes, que abogó por recuperar. Rojo pronunció párrafos de su discurso en gallego, euskera y catalán, e hizo un llamamiento apasionado a todas las fuerzas políticas para que luchen contra el terrorismo, al que calificó de «lacra política». El portavoz popular, Eduardo Zaplana, respondió con dureza y calificó el intento de «trilerismo político». También dijo que la época del consenso la dio por finalizada el PSOE en 1982. Su homólogo socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, le contestó que sus críticas en un «día institucional» demostraban su «mal perder». Por «imperativo legal» La receta ideada en 1993 por Herri Batasuna para jurar la Constitución en el Parlamento «por imperativo legal» ha ganado adeptos. El Partido Nacionalista Vasco y el Bloque Nacionalista Galego se acogieron ayer por primera vez a ella durante la sesión constitutiva del Congreso en la octava legislatura . Si en el año 2000 fueron sólo la diputada de Eusko Alkartasuna, Begoña Lasagabaster, y el entonces único parlamentario de Esquerra Republicana de Cataluña, Joan Puigcercós, quienes utilizaron esta coletilla avalada por el Tribunal Constitucional, esta vez lo hicieron diecinueve representantes populares.