Un vigilante de Renfe dio la voz de alarma tras encontrar una bolsa sospechosa en las vías a la altura de Mocejón
Los terroristas intentan una masacre en la línea del AVE Madrid-Sevilla
Interior cree «con todas las cautelas» que el intento fallido es obra de la célula autora del 11-M.
Los terroristas fracasaron esta vez en su intento de cometer una nueva masacre ferroviaria en España, sólo 22 días después de los atentados del 11 M, en los que murieron 191 personas y 1.800 resultaron heridas, al reventar con 14 mochilas bomba cuatro trenes de cercanías en Madrid. Las fuentes oficiales prefieren mantener cautela sobre la autoría, pero en medios de la lucha antiterrorista se afirma que el Ministerio del Interior trabaja con la casi certeza de que se trata de la misma célula terrorista, presuntamente vinculada a Al Qaeda. Un comando, al que los primeros indicios vinculan a la célula terrorista islamista que provocó el 11-M la mayor matanza desde la Guerra Civil, intentó ayer volar, sobre las once de la mañana, y sin previo aviso, el AVE Madrid-Sevilla, con más de 200 viajeros, a su paso por el kilómetro 61,200, en el término toledano de Mocejón. El ministro del Interior, Ángel Acebes, comunicó en rueda de prensa que los terroristas tuvieron que huir, posiblemente alarmados por la presencia de algún vigilante en las cercanías, cuando ya estaban a punto de acabar la instalación del artefacto. El comando había colocado en la vía férrea, posiblemente pocos minutos antes de las once de la mañana, una bomba, compuesta de 12 kilos de explosivo y un detonador, que iba a ser conectada, mediante un cable de 136 metros de largo, a un iniciador, el dispositivo que hace estallar el artefacto. El plan, según las primeras investigaciones, es que el comando activase a mano el dispositivo cuando el AVE, que partió de la estación madrileña de Atocha a las 11:00 horas, pasara, a unos 200 kilómetros por hora, por el punto de la vía donde se colocó el explosivo, entre las estaciones de Villaseca de la Sagra y Mocejón. El efecto hubiese sido un descarrilamiento total del tren y una segura y masiva tragedia, según los expertos consultados. Múltiples coincidencias La razón de que los investigadores se centren en la célula islamista del 11-M es el alto grado de coincidencia entre ambos atentados. Los primeros análisis de los artificieros de la Guardia Civil (Gedax), basados en la textura y el color, apuntan a que el explosivo es «goma 2» del tipo ECO, la misma que contenían las mochilas bomba del 11 M en Madrid. Las pistas suben de tono si se tiene en cuenta que el detonador unido al explosivo era de cobre, algo inusual en artefactos terroristas -que suelen utilizar aluminio- y de los empleados en las minas de grisú e igual a los conectados a las mochilas de los trenes de cercanías de la masacre de Madrid. Además, Mocejón, municipio de 5.000 habitantes, está en la misma comarca, la de La Sagra, que Ugena, el pueblo toledano donde el pasado 24 de marzo fue detenido el albañil sirio Basel Ghayoun, uno de los terroristas encarcelados por el juez Juan del Olmo, al considerar que se trata de una de las ocho personas que colocó las bombas en los trenes de cercanías. La masacre intentada ayer se pudo evitar gracias a la diligencia de un vigilante de Renfe, que pasó a pie junto al kilómetro 61,200 del AVE sobre las once de mañana. El profesional observó un largo cable extendido por el suelo, muy cerca de las vías, que le llevó a descubrir una bolsa de los supermercados Lidl que le resultó sospechosa. El operario avisó al Centro de Gestión de Trenes del AVE, que a su vez alertó a la Guardia Civil, que pudo comprobar que se trataba de un artefacto explosivo. De inmediato, y por «orden gubernativa», se paralizaron todos los trenes que circulaban por la línea AVE -seis con 1.591 pasajeros-. El convoy que desde Madrid se dirigía al punto de la bomba, quedó neutralizado en la cercana estación de La Sagra. Agentes de los Gedax y patrullas del cuerpo trabajaron durante dos horas y media en el lugar del suceso, hasta que, entre las 14:00 y las 14:30 horas, lograron desactivar el artefacto y retirarlo de la vía. Los especialistas, que trasladaron el explosivo al Laboratorio Criminalístico de la Guardia Civil, en Madrid, para realizar un estudio a fondo, pudieron comprobar que el artefacto estaba casi completamente ensamblado, pues lo único que faltaba era conectar el cable al iniciador. Las primeras teorías apuntan a que los autores del atentado sean miembros de la célula terrorista que atentó en Madrid y que todavía no han sido capturados, bien porque formen parte del grupo de seis huidos en busca y captura.