El dolor de la separación

«El retraso y la lentitud de la Cena provocó la unión de las procesiones de Santa Marta y María del Dulce Nombre entre la calle Ancha y la plaza de Santo Domingo» La despedida entre Jesús y su madre fue uno de los actos más emotivos que ayer vivió la Semana Santa leonesa y tuvo lugar en uno de los enclaves más destacados de la ciudad, ante la Catedral de León poco antes de partir hacia el calvario y de que el cortejo se dividiera en dos. La procesión, organizada por la Cofradía Cristo del Gran Poder partió del patio de las Trinitarias para realizar conjuntamente el recorrido hasta la plaza de Regla momento en el que se produjo el acto de La Despedida y el canto de la Salve en el que participaron cientos de leoneses. Tras la separación de Jesús y María, el cortejo se dividió, tal y como es tradición. Así, los pasos de Los Apóstoles y del Cristo partieron hacia la cena, mientras que las imágenes de La Virgen y Marta y María volvieron hacia las Trinitarias como símbolo del recogimiento. Durante el recorrido se pudieron observar cuatro pasos. El Cristo del Gran Poder es la imagen titular de la cofradía, obra de Melchor Gutiérrez y su hijo Víctor Ramses que procesionaron setenta braceros. El encuentro y la posterior despedida de esta talla y la imagen de La Virgen del Gran Poder está llena de simbolismo. Ante la Catedral, de este paso que pujaron un centenar de hermanas de la cofradía, resaltó el vestido y el manto de la virgen en color burdeos con la Cruz Latina y la Palma, símbolos representativos de la Orden del Gran Poder. Los Apóstoles es otra de las imágenes que procesionó ayer y que pujaban cien hermanos del Gran Poder. Una talla en la que San Juan, San Pedro y Santiago observan, con miradas infinitas, la separación de madre e hijo. Otras setenta braceras pujaron el paso de Marta y María, las dos hermanas amigas de Jesús asentadas en la localidad de Betania que fueron testigos del calvario que sufrió Jesucrito y que simbolizan formas distintas de concebir la fe y la religión. Cristo del Gran Poder se fundó en 1994 y aunque al principio centraba todos sus esfuerzos en el Domingo de Ramos, con la representación de la entrada de Jesús en Jerusalén, posteriormente la hermandad incorporó a sus actos la procesión de La Despedida. Al principio incluía cambio de imagen pero, dada su complejidad, la cofradía decidió simplificar este momento aunque sin perder el caracter simbólico que caracteriza a esta hermandad.