El frío no deslució la última cena

Siempre ha sido una de las procesiones que más interés ha despertado entre los leoneses en Jueves Santo. El frío y la lentitud del desfile no impidieron que miles de espectadores esperaran pacientemente el paso de la procesión de la Sagrada Cena, organizada por la Hermandad de Santa Marta que representa uno de los últimos momentos de Jesucristo con los doce apóstoles. Un cortejo que apenas separó en cincuenta metros, a la altura de Santo Domingo y la calle Ancha, a la procesión que organizaba la cofradía María del Dulce Nombre. La Sagrada Cena contó este año con dos novedades. Una de ellas fue la confección de un nuevo guión que acompañó a la Unción de Betania, un grupo escultórico realizado por el imaginero leonés José Ajenjo en 1983. Un estandarte cuya nueva simbología se centra en temas relacionados con los perfumes. Además, el paso de la Sagrada Cena, uno de los emblemáticos de la Semana Santa leonesa incorporó un nuevo mantel realizado por diferentes hermanas de la orden. Bendición del pan El cortejo partió, minutos después de las ocho de la tarde, de la plaza de la Catedral, tal y como es tradicional, poco después de que el obispo de León, Julián López, procediera a la bendición de las trece hogazas de pan que se colocan encima de la mesa y que al finalizar el cortejo se repartieron entre todos los cofrades. Tras la cruz y los ciriales procesionaron los hermanos invitados de la Cofradía Jesús Divino Obrero, acompañados de su banda. Tras el guión de la Hermandad, ochenta braceros pujaban la Unión de Betania, un paso propiedad del Ayuntamiento de León, acompañado por la música de la banda de la cofradía de la Sagrada Cena de Astorga. A continuación las samaritanas, primeras mujeres que procesionaron cuando tenían prohibida su presencia como paponas. Treinta samaritanas que procesionan desde 1982 y que portan tributos y frases evangélicas alusivas a la eucaristía. La Casa de Betania, pujada por 78 braceros reproduce el momento en el que Jesús dialoga con dos mujeres y era escoltado por la música de la Agrupación de la Hermandad. A continuación las manolas, vestidas de luto riguroso, que preceden a El Lavatorio, representativo del momento en el que Jesús lava los pies a sus discípulos. Tras este paso desfilan alrededor de 200 hermanos. Único paso a motor El paso de la Sagrada Cena volvió a despertar la admiración de grandes y pequeños. Una imagen realizada por Víctor de los Ríos en 1950 que por su tamaño y su peso hace que no pueda ser pujado a hombros y que cierra esta procesión. Una composición en la que sólo aparece una copa, que es el Santo Grial, que es con la que Cristo bendice la mesa, a pesar de contar la misma con varios platos para el resto de los comensales. Composociones, ropajes, estatuas y detalles clásicos se mezclan en una talla que con el paso de los años no deja de ser más impresionantes. Esta cofradía se funda el 11 de diciembre de 1945 en la sede canónica en la parroquia de San Marcelo. Un lugar en el que se venera la imagen de Santa Marta, patrona de la hostelería y eje primordial de la cofradía