Los explosivos robados por los terroristas islamistas en Asturias ya han sido utilizados o recuperados por la policía
Interior da por neutralizada la célula que ejecutó el 11-M pero busca a su ideólogo
La investigación sobre el 11-M no ha concluido, pero las fuerzas de Seguridad, a falta de algunas piezas, han logrado reconstruir buena parte del puzzle terrorista que perpetró el mayor atentado de la historia de Europa. El ministro del Interior en funciones, Ángel Acebes, aprovechó para anunciar que los servicios de Información de la Policía consideran que, tras la encarcelación de 18 terroristas y el suicidio de otros siete, el «núcleo central» de la célula islamista autora de la masacre está «neutralizado». Un grupo que -aseguró Acebes- fue el autor de la colocación de la bomba el pasado 2 de abril en las vías del AVE Madrid-Sevilla. Varias muestras de ADN encontradas en Mocejón (Toledo) corresponden a activistas del 11-M. El todavía titular de Interior explicó que el comando terrorista liderado por Serhane Ben Fakhet, El tunecino , estaba en realidad compuesto por tres grupos diferentes: uno dedicado a la «preparación ideológica» de los islamistas; un segundo encargado de la construcción del «zulo» para esconder los explosivos, la confección de los artefactos y la colocación de las bombas en los trenes; y un tercer grupo compuesto por lo que Acebes denominó «delincuentes habituales», dedicados al tráfico de drogas, pero que también tuvo un papel relevante en la adquisición de los explosivos en Asturias, la preparación de los artefactos y el abordaje de los trenes en Alcalá de Henares. Vínculos extranjeros Tres grupos que se coordinaron -explicó el ministro- para convertirse en «una célula local y autónoma», aunque con posibles vínculos internacionales. Ángel Acebes desveló que las investigaciones, tras la captura o muerte de los implicados directos, se centra ahora, además de en arrestar a presuntos colaboradores de segundo nivel, en descubrir las «relaciones» de los líderes del comando ( El tunecino ; Jamal Ahmidam, El chino , y Jamal Zougam) con otros jefes radicales en el extranjero, que les pudieron proporcionar logística o documentos falsificados. El ministro enfunciones señaló que en estas pesquisas están colaborando los servicios de Información del Reino Unido, Alemania, Bélgica, Bulgaria, Túnez, Marruecos y Francia. La búsqueda se vuelca ahora en un enigmático nombre, El emir, un supuesto líder religioso con experiencia en la yihad en Afganistán que habría inspirado los atentados de Madrid. Acebes reconoció que las fuerzas de Seguridad no saben quién se esconde tras esta denominación. Es más, ni siquiera se atreven a asegurar que El emir exista en realidad o que, incluso, pueda encontrarse entre los tres terroristas aún no identificados entre los siete activistas que se suicidaron en la explosión de Leganés el 3 de abril.