El regreso de Mariano

«Este Mariano no le hemos visto en la campaña electoral», «se ha mostrado tal y como es, ha sido él mismo», «ha demostrado inteligencia y capacidad dialéctica», «necesitamos muchos debates como éste para las elecciones europeas», «qué gran presidente del Gobierno hemos perdido», éstas y otras valoraciones igualmente elogiosas hacia el secretario general del PP podían escucharse en los pasillos del Congreso de los Diputados al término de la sesión de investidura. La mayoría de los dirigentes del PP consideran que Mariano Rajoy ha superado con brillantez la primera prueba importante para consolidar su liderazgo, puesto en cuestión tras la derrota electoral. Todavía deberá superar un nuevo reto que se le presenta con la celebración de las elecciones europeas, que sus compañeros de partido creen que ahora podrá afrontar con manos libres gracias a su resultado en el debate. El nuevo secretario general del PP devolvió la ilusión a su grupo parlamentario, considerablemente afectado por el castigo electoral del pasado mes de marzo. Tras la derrota, buena parte de los dirigentes populares echaban de menos una mayor autonomía del líder al que reprochaban graves errores en su campaña electoral y la obsesión por mantener un perfil continuista con la política del Gobierno saliente y de su presidente. «Se ha sacudido el fantasma de Aznar», aseguró rotundo un ministro en funciones que veía antes a Rajoy preso de la imagen e influencia de su predecesor. En su opinión, sólo así se explica el tipo de campaña electoral que hizo y los nombramientos posteriores. «En el debate fue él mismo», explica tras asegurar que, desde que fue designado candidato por deseo expreso de Aznar, «se le veía agarrotado» por las responsabilidad de un nombramiento tan en precario. Otro ministro saliente afirmaba que su secretario general no tuvo que hacer esfuerzos para marcar un nuevo estilo en el partido con su intervención en el pleno de investidura. «Él es así», explica. «Yo he trabajado muchos años con él en el Gobierno y, en las situaciones más difíciles, siempre buscaba el acuerdo y la integración, nunca el enfrentamiento». Dos fechas para «salvarse» Tras el debate, el líder del PP recibió muchas felicitaciones de sus compañeros que le confirmaron que había logrado superar una prueba crucial de cara a su futuro. «Menos mal que estuviste bien», le dijo un amigo íntimo que estuvo a punto de proponerle, en días pasados, que presentara la dimisión. Porque la inquietud se adueñó de los más afines a Rajoy al conocer los nombramientos y el reparto de cargos en el grupo parlamentario, sobre todo, entre personas afines al equipo de confianza de Aznar. «Mariano tiene dos fechas clave para salvarse», comentó en vísperas de la sesión parlamentaria un presidente autonómico haciéndose eco de una opinión ampliamente instalada en el PP sobre la investidura y los comicios europeos. Este planteamiento parte de la idea de que Rajoy, designado a dedo por Aznar, no logró el respaldo popular al perder las elecciones, por lo que se vislumbraba muy difícil su continuidad hasta el congreso nacional, previsto después del verano. Cinco puntos que marcan Personas cercanas al secretario general aseguran que, en los últimos días, se le veía más independiente y menos influido por el equipo de fontaneros de su predecesor. De hecho, aunque todos participaron en la preparación del discurso de investidura, afirman que el político gallego sólo estuvo apoyado en el último momento por asesores de su estricta confianza, como Francisco Villar, Soraya Sainz de Santamaría, así como el eurodiputado y amigo personal, José Manuel García Margallo. Los dirigentes populares consultados aseguran que el secretario general dispone ahora de manos libres para adoptar decisiones de cara a las elecciones europeas que habrá de superar «con unos resultados dignos». En este sentido, esperan que el lunes adelante los preparativos para los comicios del 13 de junio y designe al cabeza de lista que podría conocerse en el comité ejecutivo convocado para el martes, 20 de abril. Otra derrota sin paliativos -a cinco puntos de distancia por detrás del PSOE, como en las elecciones generales- volvería a dejar a Rajoy en una situación difícil para afrontar el congreso nacional. Por eso, en el Partidos Popular aseguran que el secretario general debe emplearse a fondo en la campaña de las elecciones europeas y rentabilizar su capacidad dialéctica con la celebración de muchos debates. Es decir, apuestan por que haga todo lo contrario de lo que hizo en los comicios generales.