ZP se impone, Rajoy se consolida pero el ganador fue el Parlamento

Zapatero fue el vencedor del debate de investidura, no sólo por sus intervenciones sino, sobre todo, por el tono que impuso. Rajoy tuvo una actuación notable, hábil y mostró una gran capacidad dialéctica, y dio un paso decisivo para afianzarse como líder de la oposición y de su partido. Pero el gran triunfador del maratoniano debate fue el Parlamento y, por extensión, la vida política, ya que se ha instaurado un nuevo clima de diálogo desconocido en la pasada legislatura. Esta es la opinión generalizada de los analistas. Para el profesor Joaquín Arango, «el éxito de que el debate haya transcurrido con otro tono y otro talante es de Zapatero y por eso es el ganador». Pero, en su opinión, Rajoy «ha estado bien en el fondo y en la forma, con intervenciones competentes, profesionales, de político de nivel». El catedrático Julián Santamaría cree que Zapatero ganó, pero valora el tono del líder del PP, cuyo «primer discurso fue duro, pero que después, en la réplica, se fue adaptando a la lógica de Zapatero». Pero tanto Arango como Santamaría, ambos ex directores del CIS, estiman que en esta ocasión lo más importante no ha sido el pugilato entre los dos líderes, sino las nuevas formas -cortesía, diálogo, respeto a las opiniones de los demás, ausencia de crispación- que se han instalado en el Congreso. Según Arango, «puede haber una importantísima renovación en la vida política», tanto por las intenciones demostradas por el nuevo presidente del Gobierno como por lo que llama «el factor Rajoy», cuyo estilo y talante, muy diferentes a los de Aznar, van en la misma dirección. Santamaría lo dice claramente: «El Parlamento ha sido el ganador».