Zapatero se convierte en presidente con mayoría absoluta

José Luis Rodríguez Zapatero se convirtió ayer en el quinto presidente del Gobierno y el segundo socialista desde que se restauró la democracia en España. El secretario general del PSOE fue investido en primera votación con el apoyo de su grupo, Esquerra Republica-na de Catalunya, IU, Coalición Canaria, el BNG y la Chunta Aragonesista. En total, 183 votos a favor, 19 abstenciones (CiU, el PNV y Nafarroa Bai) y los 148 en contra del Partido Popular. Zapatero es el presidente que más respaldo ha obtenido sin tener mayoría absoluta. «Ahora a trabajar y, desde lue-go, a cumplir los compromisos, a cumplir la palabra», declaró Zapatero a los periodistas nada más recibir las felicitaciones de los diputados, incluida la más bien fría de Aznar. An-teriormente, había hecho una declaración de sus intenciones: «Gobernaré para todos; respetando el interés general, y para los españoles lo mejor está por venir». La última frase de su alocución tras casi catorce horas de debate fue: «Muchas gracias y a trabajar». El nuevo jefe de la oposición, Mariano Rajoy, no perdió el tiempo y, tras felicitar a Zapatero, anunció que practicará una «oposición dura y exigente», aunque también «leal, constructiva y vigilante». El líder del PP aseguró que la labor de su partido será exhaustiva en lo que se refiere a los asuntos más fundamentales: el modelo de Estado, la reforma constitucional y la política económica. También dio al jefe del Ejecutivo varios consejos en política exterior: que preserve la relación con EE.UU., defienda los intereses de España en la UE y fortalezca los vínculos con Latinoamérica. Zaplana, dureza o rencor Más duro en sus manifestaciones fue el portavoz del grupo popular, Eduardo Zaplana, quien afirmó que la actuación de Zapatero en el debate habían dejado «mucho que desear». «Hubo algunas declaraciones de buena voluntad, pero a un presidente del Gobierno se le exige algo más: un programa, ideas, que concrete qué va a hacer y con quién, por no tener mayoría», declaró. Por su parte, dos de los par-tidos que votaron a Zapatero quisieron dejar claro que eso no suponía un apoyo incondicional. El portavoz de ERC, Joan Puigcercós, afirmó que su respaldo no suponía darle un «cheque en blanco» y le advir-tió de que «tendrá que ganar el voto de ERC en los distintos debates». El representante de Izquierda Verde, Joan Herrera, manifestó que su apoyo «viene cargado de exigencias para que la nueva mayoría se escore ha-cia la izquierda, el pluralismo y la plurinacionalidad». En la jornada de ayer Coa-lición Canaria y el BNG se decantaron por dar el sí a Zapatero, al igual que el diputado de la Chunta Aragonista, Juan Antonio Labordeta, que ya lo había anunciado y a quien Zapatero piropeó llamándole «democráta con solera». «Hoy de aquí debe salir un Gobierno fuerte», aseguró el portavoz canario, Paulino Rivero, quien arrancó de Zapatero el compromiso de que mantendrá con Canarias un diálogo «más intenso» que con otras comunidades, dada su «singularidad». Alfredo Pérez Rubalcaba, que se estrenaba como portavoz socialista, dijo que «nadie debe sentir ira» ante el cambio político y que el «contramodelo» que no seguirá el PSOE es el del PP. Dedicó su intervención a tranquilizar los ánimos de los que puedan estar inquietos por la repercusión del cambio de Gobierno en la economía, la unidad territorial o el orden constitucional. «Gobernaré para todos, respetando el interés general; y para los españoles lo mejor está por venir» JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ ZAPATERO Presidente del Gobierno