| Crónica | Cómo se fraguó la medida |
Bono fue el que aconsejó al presidente el repliegue militar
Javier Solana intermedió con las autoridades de EE.UU. sobre la decisión que iba a tomar el nuevo Gobierno de España
El ministro de Defensa, José Bono, fue el que propuso al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la vuelta inmediata de las tropas españolas destinadas en Irak tras los numerosos contactos llevados a cabo a lo largo de los últimos quince días, en los que llegó a la conclusión de que Naciones Unidas no estaba en disposición de tomar el control de la situación en Irak antes del 30 de junio. El responsable de las relaciones Exteriores de la Unión Europea, Javier Solana, también ha desempeñado un papel relevante en apoyo de la decisión del presidente español de retirar las tropas españolas, trasladando a las autoridades de Estados Unidos la legitimi-dad democrática de la decisión adoptada por el nuevo presidente del Gobierno de España y la disposición de Rodríguez Zapatero de fortalecer los lazos de cooperación con EE.?UU. en todos los órdenes, singularmente en misiones de intervención armada que tengan el aval de Naciones Unidas. Golpe de efecto La decisión de Rodríguez Zapa-tero de informar a los españoles de la retirada de las tropas ayer domingo se enmarcar en la se-cuencia de «golpes de efecto» hacia la opinión pública que ha llevado al presidente a visitar a los heridos del 11-M que se recuperan en distintos hospitales de Madrid y depositar un ramo de rosas en la emblemática zona cero de la estación de Atocha, horas después de asumir su responsabilidad como jefe del Gobierno. José Bono había recibido el encargo de Rodríguez Zapatero, hace semanas, de sondear en las cancillerías europeas y en Naciones Unidas la verosimilitud de un cambio de escenario en Irak, con la intervención de-cidida de la ONU en el control de la situación que se vive en territorio iraquí. Bono ha ido trasladando a sus interlocutores la firmeza de la posición del nuevo Gobierno de España, tanto a Estados Unidos, en entrevista personal con el secretario de Estado, Donald Rumsfeld, como a las autoridades polacas, bajo cuyo mando operan los soldados españoles.El primer ministro del Reino Unido, Tony Blair, ha sido otro de los puntos de referencia de José Bono a la hora de dar cuenta de la previsible decisión del Gobierno español. La contrariedad, casi estupor, con que el Gobierno Bush reac-cionó al conocer la firmeza de la posición del nuevo Ejecutivo español respecto a Irak ha obligado a emplearse a fondo a Javier Solana, el dirigente europeo mejor valorado en la Casa Blanca, al que se considera un «amigo leal» de los intereses norteamericanos en Europa. Señor Pesc volaba a Washington anoche para entrevistarse con representantes del Gobierno estadounidense, mientras el nuevo ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, viajará en las próximas horas a la capital estadounidense con el mismo propósito. Zapatero tenía meditada esta decisión desde hace al menos una semana. El lunes, en la ejecutiva, le pidió a la plana mayor del partido que le apoyaran en el momento que tomara la decisión.