España inicia su retirada: no quedará ni un soldado en Irak dentro de 6 semanas

El Ejército activó ayer el proceso de repliegue de sus tropas destacadas en Irak. El alto mando espera que en dos semanas estén de vuelta los militares de la Brigada Plus Ultra II, cuya misión finaliza esta semana, con su jefe el general Fulgencio Coll a la cabeza. Estos efectivos iban a ser sustituidos a partir del miércoles por los componentes de la que iba a ser la Plus Ultra III, mandada por el general José Muñoz. El ministro de Defensa, José Bono, adelantó que ya no habrá traspaso del mando y que los soldados que viajen a partir de ahora lo harán para preparar la retirada. Anunció que en «menos de seis semanas» no quedarán militares españoles en tierras iraquíes, por lo que podrían estar de vuelta a finales de mayo. «No será una retirada improvisada, los planes para el repliegue están hechos desde hace tiempo, no nos han cogido desprevenidos». Lo dijo un miembro de la cúpula militar, sólo unas horas después de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunciara al país que los militares volverán a casa «en el menor tiempo y con la mayor seguridad posibles». En cualquier caso, el anuncio realizado por Bono significa que el proceso estará completado mucho antes del 30 de junio, fecha en que finaliza el compromiso adquirido por el anterior Gobierno ante sus aliados. Tampoco habrá relevo en el mando; el Gobierno redujo ayer el número de efectivos que estaba previsto enviar a territorio iraquí. A partir de ahora sólo viajarán los imprescindibles para recoger todo el material, trasladarlo y garantizar la seguridad del contingente durante la retirada. Velar por la seguridad La seguridad es lo que más preocupa ahora al gobierno y al alto mando. Fuentes castrenses destacan que las retiradas entrañan siempre un nivel de riesgo «mucho mayor» que los despliegues y por eso quieren trasladar a «alguna compañía de seguridad» para proteger a los soldados. Por eso mismo, José Bono rechazó en su comparecencia, tras el Consejo de Ministros, dar detalles acerca de cómo se realizará el proceso, para no dar pistas a posibles terroristas. No obstante, el Gobierno y la cúpula militar esperan que el Ejército de Estados Unidos colabore y vele por la integridad de sus aliados en su viaje de vuelta. En cuanto a los iraquíes, el clérigo radical chií Muqtada al Sadr ordenó este lunes a sus fieles que cesen los ataques los españoles. A pesar del secretismo, fuentes militares avanzaron que la retirada será vía Kuwait mediante traslados de soldados y material a bordo de aviones Hércules de la Fuerza Aérea, helicópteros y, sobre todo, por carretera. Los planes elaborados por el Estado Mayor establecen el traslado en convoyes de más de 200 contenedores con el grueso del material hasta el puerto de Kuwait, donde serán cargados en buques de la Armada que los traerán a España. La cúpula militar considera que será imposible repatriar todo el material trasladado, por lo que parte de él -lo «viejo o destartalado»- quedará en tierras iraquíes a disposición de los soldados de otros países aliados o, simplemente, será abandonado. También prevén que puedan surgir retrasos en el proceso derivados de las «dificultades» que entrañará llegar por mar hasta Kuwait y atracar los barcos de guerra en sus muelles. La brigada Plus Ultra -integrada en la División Multinacional hispano-polaca- no está conformada sólo por militares españoles. En su seno hay también efectivos de cuatro naciones centroamericanas: Honduras, El Salvador, República Dominicana y Nicaragua. Las fuentes consultadas aseguran que a estas alturas estos países negocian con Polonia -país que lidera la División Multinacional- su retirada o su permanencia.