Europa acoge dividida la noticia

Para Alemania y Francia se trata de la decisión de un Gobierno soberano. Italia y Polonia, en cambio, no ocultan su preocupación por la retirada española. Europa acogió ayer con división el anuncio hecho por Rodríguez Zapatero nada más tomar posesión del cargo. La mayor adhesión le vino al dirigente español del presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, quien dijo que la posición española significa «una fuerte presión para acelerar la solución del problema». Para Prodi, que pertenece a la misma familia política que Zapatero, manifestó que la decisión de este último «es una posición clara y que comparto» y que, en su opinión, también «ha devuelto a España a nuestra línea, a la de la UE, recomponiendo una ruptura que había impedido a Europa tener una posición unívoca». La presidencia irlandesa de la Unión Europea reiteró ayer lo dicho el sábado en Tullamore: los Quince respetan la decisión soberana de uno sus miembros, sin entrar a valorarla. El ministro de Exteriores francés, Michel Barnier, y alemán, Joschka Fischer, pidieron en intensificar el diálogo en la UE, porque la situación internacional exige más que nunca la unión de Europa.