Comienza el proceso de renovación de casi 2.000 altos cargos de la Administración española
El Gobierno aprovecha su primer Consejo de Ministros para destituir a Cardenal
Zapatero nombra a Alberto Saiz director del CNI y a Francisco Rubio, presidente del Consejo de Estado A
El ministro leonés José Antonio Alonso, a la puerta de la Moncloa
El Gobierno aprovechó ayer su primer Consejo de Ministros de carácter extraordinario para destituir a quien ha sido una de las «bestias negras» del PSOE, el fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, que llevaba siete años en el cargo. Fuentes judiciales aseguraban ayer que su sustituto podría ser Tomás Vives, actual vicepresidente en funciones del Tribunal Constitucional, ya que es un profesional de prestigio e independiente, cualidades que Zapatero quiere que tenga la persona que él debe elegir. El Consejo aprobó el nombramiento de Alberto Saiz, un hombre de la confianza absoluta de José Bono, como director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en sustitución de Jorge Dezcallar, que quedó enorme-mente tocado tras el 11-M. Por su parte, el prestigioso catedrático Francisco Rubio Llorente será el próximo presidente del Consejo de Estado. Además de estos relevantes cargos fueron nombrados ayer también casi todos los secretarios de Estado, los directores de gabinete y los subsecretarios. De esta forma se iniciaba el proceso para renovar a cerca de 2.000 altos cargos. Aunque se relevará a los directivos de plena confianza del anterior Gobierno, fuentes gubernamentales aseguraron que no se procederá a una limpia total de todo aquel que tuviera relación con el PP, porque no se puede descabezar de golpe la cúpula administrativa del país. Además, la vicepresidenta Fernández de la Vega dijo que la austeridad será uno de los criteriosdel Gobierno. El ahorro fue el motivo de no cumplir los planes de Zapatero de cambiar de nombre los ministerios del Interior ( Seguridad) y de Fomento (Infraestructuras).