La inspección contra el fraude se concentra en las rentas empresariales y profesionales

Una vez instaurado el sistema de declaraciones del IRPF con datos previamente elaborados por Hacienda los servicios de inspección del fraude fiscal apenas tienen hueco para actuar más que contra los grandes perceptores de rentas. Controlar un sueldo o una pensión, aunque sean de nivel medio o alto, lo mismo que eventuales desgragaciones en hipotecas o fondos de pensiones es sencillo: a la Agencia Tributaria le basta con apretar una tecla en el ordenador, cruzar los datos con los de tal o cual cliente de un banco o una caja de ahorros, y los números cantan por sí solos. Hace años que Hacienda no facilita datos sobre fraude fiscal, salvo algunas cifras con carácter muy general y nunca provincializados o en detalle, de modo que es prácticamente imposible conocer qué ciudadano o empresas han sido sancionados en cada ejercicio por ocultar su dinero al fisco. Se supone que es información confidencial cuya difusión podría perjudicar a personas o sociedades concretas, casi todas muy respetables mientras no se demuestre lo contrario y, en muchos casos, aunque se demuestre. En la delegación leonesa de la Agencia Tributaria y a falta de datos oficiales, algunas fuentes que prefieren mantenerse en el anonimato se limitan a señalar que, desde hace ya tiempo, la inspección se está concentrando en las declaraciones de impuestos empresariales y de despachos profesionales, con nóminas bajo mínimos, que escapan a todo tipo de controles, especialmente en impuestos como el IVA. También en el sector de Construcción, que mueve cantidades ingentes de dinero negro, antes en pesetas y ahora en euros, y que escapa a todo tipo de controles. Este tipo de negocios sigue siendo un puzzle que no cuadra en las cuentas de la Agencia Tributaria. Debe suponerse, por lo tanto, y a falta de que el nuevo gobierno marque sus propias directrices o cambie las actuales, lo cual es altamente improbable, que las próximas campañas de inspección fiscal irán fundamentalmente dirigidas a los contribuyentes que van por libre en comercios, empresas y bufetes.