El alto el fuego en Faluya agoniza por choques de soldados y milicias

El sonido de las bombas y los disparos despertó ayer a los habitantes de la sitiada Faluya, atacada por aviones de combate y artillería estadounidense. Los marines que rodean la ciudad respondieron con fuego pesado a un ataque con lanzagranadas y cohetes lanzado al amanecer por un grupo de unos 40 insurgentes contra una posición norteamericana vecina a la ciudad. Los portavoces militares norteamericanos se limitaron a declarar que este ataque puso en alerta máxima a todo el contingente que rodea la ciudad y que se organizaron patrullas para capturar a los atacantes. Acto seguido, los soldados y los insurgentes se enzarzaron en fuertes combates. Helicópteros artillados clase Cobra, apoyados por tanques y blindados, atacaron el barrio de Julan, donde murieron nueve milicianos rebeldes. Las tropas norteamericanas calificaron el ataque de «hecho aislado» y desestimaron la posibilidad de que afecte al alto el fuego alcanzado el pasado lunes. Sin embargo, el líder del Consejo de Ulemas Iraquíes, una de las organiza-ciones suníes que negocia el fin del asedio, jeque Harez al Dary, acusó ayer a las tropas de ocupación de romper la tregua. En un comunicado leído ante las cámaras de la televisión árabe por satélite Al Yazira, Al Dary apeló a las instituciones y líderes internacionales y les pidió que ayuden a poner fin a «las acciones criminales» de las tropas norteamericanas.