Diario de León

El ministro dice que ni la redistribución de las tropas ni las compensaciones de Estados Unidos están en la agenda

Moratinos rechaza la idea de Powell de que los soldados vayan a Afganistán

Los dos ministros de Exteriores se comprometen a luchar juntos contra el terrorismo

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Bárbara Celis D'Amico - corresponsal | nueva york
León

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La salida de las tropas españolas de Irak no significará un aumento del contingente militar español en Afganistán, según el ministro de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos. «Ni la redistribución de las tropas en Afganistán ni las compensaciones están en la agenda». Así lo afirmó ayer el nuevo jefe de la diplomacia española a la salida de un almuerzo en Washington con el secretario de Estado norteamericano Colin Powell, que por la mañana había insinuado que España podría enviar nuevas tropas a ese país. El propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, había barajado con Moratinos la posibilidad de compensar a Estados Unidos distribuyendo las tropas retiradas en otros lugares de interés como Afganistán, un gesto que a EE.UU. le permitiría poder contar con España como aliado. «Hemos hecho comentarios para ver dónde puede contribuir España pero cómo haremos esa contribución es un detalle que les dejamos a los expertos», afirmó Moratinos, quién añadió: «Hay un compromiso general de España para trabajar en otra áreas, en misiones de paz que tengan el aval de la ONU y en la lucha contra el terrorismo internacional». El ministro, que al cierre de esta edición tenía previsto reunirse con la Consejera de Seguridad Nacional Condoleezza Rice y con congresistas demócratas y republicanos, viajaba por primera vez a Washington tras jurar su nuevo cargo y se enfrentaba a la tensión latente creada con la Casa Blanca tras la decisión del presidente Jose Luis Rodríguez Zapatero de retirar a las 1.300 soldados españoles de Irak. «No hay tensión» «No hay tensión», insistió Moratinos, «ha sido una reunión muy cordial, positiva y amistosa», dijo. No negó que el secretario de Estado «se siente decepcionado ante la retirada de las tropas españo-las» pero insistió en que «el regreso a casa de las tropas es cosa del pasado». Moratinos no dudó en contestar a las dudas planteadas por Bush el pasado lunes sobre las posibles repercusiones que la salida española podría tener para la coalición. «Será una retirada ordenada y concertada», le dijo a su homó-logo norteamericano. Buenas relaciones En las breves declaraciones que realizó frente al Departamento de Estado el ministro español insistió en que las relaciones con Estados Unidos son buenas. «Miramos juntos hacia el futuro. Trabajamos con una agenda de común interés, compartimos objetivos y entre ellos una prioridad: la lucha contra el terrorismo internacional, algo en lo que seguiremos luchando de forma conjunta». Antes de reunirse con Powell, a quien conocía desde sus tiempos como responsable de la Unión Europea para Oriente Medio, Moratinos desayunó con representantes de diversas organizaciones judías como el American Jewish Committee o el American Israeli Public Affairs Committee. Asimismo mantuvo sendas reuniones por separado con los embajadores de Francia e Inglaterra. «Son viejos conocidos, amigos personales que querían saludar al nuevo ministro», dijo. Por su parte, el presidente esta-dounidense, George W. Bush, se esforzó en dar una imagen de firmeza acerca de la situación en Irak, a pesar de la violencia que actualmente vive eñl país, la retirada de tropas de otros países y del creciente coste de la operación militar. «No vamos a abandonar mientras yo esté en el Despacho Oval», afirmó el presidente Bush en una intervención ante la Asociación Nacional de Periódicos, en la que reconoció a los periodistas que «las últimas dos semanas han sido realmente duras».

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