Un puzzle a cuadrar casi desde cero
Las relaciones entre la Iglesia Católica y el resto de las confesiones son un puzzle a cuadrar partiendo casi de la nada. A los contactos con el Islam o las iglesias protestantes y ortodoxas el Obispado de León, en particular, y los de toda España, en general, deben hacer frente a convenios con demarcaciones católicas, pero no menos lejanas y que se regulan por sus propios ritos y normas de derecho canónico, según el responsable de estos temas, Carlos de Francisco. «La integración de inmigrantes católicos sudamericanos es lo más sencillo, pero no tanto con los de los otros cinco ritos latinos que proceden de Oriente y que también nos están llegando. Para nosotros pueden parecer reliquias históricas, pero ahí están: el rito alejandrino (Egipto y Túnez), el antioqueno (Siria y Líbano), el armenio, el caldeo (Irak e Irán) y el bizantino (un tercio de los inmigrantes de Rumanía, Ucrania, Bulgaria y Rusia). El Departamento para Católicos Orientales, que dirige De Francisco para toda españa, se constituyó, por ejemplo, hace apenas un mes.