Cándido Conde Pumpido podrá trabajar con «plena imparcialidad» en la Fiscalía, según el PSOE
Independencia y objetividad, retos del fiscal general y la directora de RTVE
Para el Gobierno, la elección de Carmen Caffarel acaba con la «televisión de partido»
El Gobierno socialista quiso cerrar ayer dos promesas realizadas en la campaña electoral con los nombramientos de Cándido Conde Pumpido como fiscal general del Estado y de Carmen Caffarel como directora general de RTVE, que suponen, según manifestó ayer la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, tendrán en la independencia el baluarte del desempeño de sus funciones. Respecto al nombramiento de Caffarel, Fernández de la Vega aseguró ayer que «hoy es el día en que se ha terminado la televisión de partido». La portavoz del Gobierno destacó que la reforma de los medios públicos es un compromiso del nuevo Ejecutivo y aseguró que se inicia así «el camino a una televisión pública independiente y de calidad» y que empieza a prevalecer «el derecho a la información sobre los intereses partidarios, sean del color que sean». Anunció también la creación de un Consejo de Expertos para reformar el Estatuto de la Radiotelevisión Pública por el que se rige RTVE y la financiación de las televisiones públicas. En este momento sólo RTVE carga con un endeudamiento acumulado superior a los 6.200 millones de euros, cuya reducción el Gobierno socialista se ha planteado como un reto. Objetividad e imparcialidad En cuanto al nombramiento de Cándido Conde Pumpido como fiscal general del Estado, De la Vega se congratuló de que el Consejo General del Poder Judicial avalase el jueves por unanimidad la idoneidad del candidato y aseguró que «podrá realizar su trabajo con plena objetividad y con plena imparcialidad, porque va a contar siempre con el respeto absoluto y exquisito de este Gobierno en la defensa de la legalidad, de los intereses de los ciudadanos y del interés general». La vicepresidente primera vaticinó que el hasta ayer magistrado del Tribunal Supremo será «un buen fiscal general del Estado, de todos los ciudadanos españoles y no del Gobierno, ni de un partido concreto y de ningún interés que no sea el del Estado». Fernández de la Vega negó que el Gobierno cometiese alguna irregularidad en el proceso de cese de Jesús Cardenal y de nombramiento de Conde-Pumpido, como el jueves destacaron algunos vocales de la mayoría conservadora del Poder Judicial. Indicó que los trámites y la petición del informe preceptivo al consejo se realizaron con «absoluta normalidad y en estricto cumplimiento de la legalidad». Cándido Cónde-Pumpido, que dijo ayer estar «muy ilusionado y con muchas ganas de trabajar», jurará su cargo ante el Rey el lunes próximo y tomará posesión del cargo el martes ante el Tribunal Supremo en pleno.