| Crónica | El calvario de Sanel Sjekirika |
«Sentí terror cuando vi mi foto junto a los terroristas»
El joven bosnio al que la Policía relacionó con los atentados de Madrid cuenta a los periodistas su odisea personal
El bosnio Sanel Sjekirika, que fue puesto en libertad por la Policía tras ser interrogado en relación con la autoría del 11-M en Madrid, manifestó ayer en Oviedo que sintió «terror» cuando, estando de viaje en Suecia, vio su foto en internet junto a las de los terroristas. El abogado del joven bosnio, José Antonio González Hevia, anunció que están estudiando la actuación de la Policía y de los medios de comunicación para saber si toman medidas legales contra ellos por implicar a su defendido en este caso. Sjekirika, que profesa la religión musulmana, tiene 23 años y vive en Oviedo desde 1993, cuando llegó a la ciudad como refugiado debido a la guerra civil bosnia, se vio implicado en estos sucesos por su relación con los dos principales artífices del atentado de Madrid, el considerado cerebro de la matanza, Serhane Ben Abdelmajid, El Tunecino , y Jamal Ahmidan, El Chino . El joven bosnio convocó ayer a un nutrido grupo de periodistas asturianos para explicar su «inocencia» y para intentar «limpiar» su nombre por las noticias que le implicaban en este suceso. Solicitó que los medios de comunicación que le han relacionado en el caso «rectifiquen» para que pueda volver a tener «una vida normal, sin tener que pasar por ser uno de los hijos malos de la historia de Oviedo». Sjekirika lamentó que una serie de casualidades y coincidencias le vincularan con el caso, y agregó que era «el personaje ideal» para relacionarle con el atentado, pero apuntó que «no interpretó ese papel». El joven bosnio, que espera que pronto pueda adquirir la nacionalidad española, estuvo viviendo con El Tunecino en una casa de Madrid mientras estudiaba en la Universidad. Señaló que su relación con el terrorista muerto «no era muy cercana», ya que no tenían «los mismos gustos», e indicó que ésta se circunscribía a participar conjuntamente en los actos de oración de los viernes en la Mezquita de Madrid. También se le relacionó con El Chino, con quien compartía estudios en la misma Facultad, aunque, según desveló, Jamal Ahmidan cursaba estudios en otro horario distinto y en un curso superior al suyo. «Nos veíamos a veces, me dejaba apuntes y en un momento dado me pidió que le ayudase a matricularse y buscar piso en Gijón, y yo lo hice, como lo hubiera hecho con cualquier otra persona», alegó. Agregó que tanto El Tunecino como El Chino eran asiduos a la Mezquita, pero que nunca hubiera pensado que podrían llegar a ser «cabecillas» de un atentado terrorista, y recalcó que él no comparte el islamismo radical.