Da órdenes a los funcionarios de considerar prioritaria la detención de los sospechosos
La policía reparte miles de fotos de los huidos del 11-M para avanzar en el caso
Las Fuerzas de Seguridad esperan que los ciudadanos colaboren en la investigación En libertad el último dete
La Comisaría General de Información de la Policía dio luz verde este lunes a la distribución de miles de carteles con las fotografías de seis supuestos terroristas islámicos relacionados con los atentados del 11-M que permanecen en paradero desconocido. Las fuerzas de Seguridad, que recurren a este método por segunda vez durante la investigación de aquella masacre, esperan que la ciudadanía pueda aportar datos para dar el golpe definitivo a los colaboradores de la célula terrorista que dirigía Serhane Ben Fakhet, El tunecino. Las imágenes que comenzarán a distribuirse esta semana por las comisarías y centros de transportes de todo el país corresponden a Said Berraj (de 31 años), Mohamed Afalah (de 28 años), Mohamed Belhadj (de 24 años, que alquiló la casa de Leganés), Albdelmajid Bouchar (de 21, recadero de la célula), Mohamed Bouharrat (de 24) e Hicham Ahmidan (también de 24 años y pariente del número dos del comando, Jamal Ahmidan, El chino) . La Dirección General de la Policía ya ha dado órdenes a todos sus funcionarios de considerar prioritaria la detención de los seis huidos, aunque Interpol aún no ha recibido la petición española de ordenar su captura, ya que el juez instructor del caso, Juan del Olmo, todavía no ha dictado órdenes internacionales contra ellos. Los servicios de Información y la Fiscalía pidieron el pasado viernes al magistrado que pusiera en conocimiento de Interpol las identidades de los huidos, pero Del Olmo no tiene previsto acordar esta medida antes de este próximo martes, pese a que la Policía considera que entre los seis fugados podría haber autores materiales de la masacre o colaboradores muy cercanos de la célula. La lista de los nuevos rostros del 11-M está encabezada Berraj, el único terrorista de la primera orden de búsqueda y captura internacional (dictada el 30 de marzo) que aún podría seguir con vida, ya que la Policía Científica no ha podido comprobar que el cadáver del séptimo suicida de Leganés sea el suyo. Berraj, según han logrado confirmar los servicios de Información durante este fin de semana, fue el enlace de la célula de El tunecino con el Grupo Islámico de Combatientes Marroquíes (GICM), la organización de Al Qaida a la que se considera responsable de la masacre Madrid y también de los atentados de Casablanca del mayo del 2003. Los expertos antiterroristas de la Policía creen que Said Berraj, en la reunión que mantuvo en el 2000 en Estambul con miembros de la organización de Ben Laden, pudo encontrarse con El emir, el misterioso cabecilla islámico que el Ministerio del Interior sitúa como motor espiritual de los atentados de Atocha.