Su¿captura, en un bar de Fuenlabrada, se produjo minutos después de que Interior desvelara su cara
La difusión de su foto hace caer al terrorista que alquiló pisos del 11-M
Los atentados convierten de nuevo al terrorismo en??el??problema que más??preocupa a los españoles
Efectivos de la Brigada de Información de la Policía detuvieron el lunes por la noche en Fuenlabrada al marroquí Mohamed Bouharrat, de 24 años, uno de los seis supuestos terroristas islámicos buscados por las fuerzas de Seguridad por su participación en los atentados del 11-M. Su captura, en un bar de esta localidad, se produjo sólo minutos después de que el Ministerio del Interior distribuyera las fotos de los nuevos activistas huidos. Con el arresto de este islamista son ya 37 las personas detenidas en relación a la masacre, quince de las cuales se encuentran ya en prisión. Otro de los sospechosos, Said Berraj (el enlace de Al Qaida con la célula española) está siendo buscado por Interpol desde el pasado 30 de marzo, aunque todavía no se descarta que sea el séptimo terrorista suicida aún sin identificar. En su auto, el magistrado desvela que los huidos están acusados de haber tejido días antes del 11-M una «infraestructura de seguridad» con diferentes pisos para tratar de esconder a la célula terrorista y de haber ayudado a financiar los atentados gracias al tráfico de hachís y a la compraventa de coches robados. El magistrado Del Olmo asegura que el supuesto activista capturado en Fuenlabrada estuvo en la piso del número 40 de la calle Carmen Martín Gaite de Leganés, donde el 3 de abril se quitaron la vida siete de los cabecillas de la célula islamista. Una foto de Bouharrat -que tiene antecedentes por delincuencia común y que también estaba siendo buscado en Almería, ciudad donde residía- apareció entre los escombros de la casa devastada. Varios testigos, además, le vieron días antes de la explosión en Leganés, acompañado de uno de los suicidas y de otros de los fugados. El terrorismo se ha convertido en la principal preocupación de los españoles después del 11-M. El último barómetro del CIS (hecha el 15 de abril) indica que para el 76,9% de los ciudadanos es el principal problema al que se enfrenta España. Esta inquietud no es nueva. De hecho, el terrorismo aparece como una de las tres grandes dificultades del país, pero generalmente lo hace detrás del paro y, además, el número de personas que lo perciben como causa de desasosiego nunca fue tan elevado como ahora.