El 11-M enfrenta a Interior con la cúpula policial nombrada por el PP

El nuevo secretario de Estado para la Seguridad, Antonio Camacho, provocó ayer un grave enfrentamiento entre Interior y la Dirección General de la Policía, todavía dirigida por Agustín Díaz de Mera -nombrado por el PP-, al ordenar una investigación interna para determinar si dos de los cómplices de los autores del 11-M era confidentes policiales. El director del cuerpo, que durante los últimos quince días sólo ha cruzado una conversación telefónica con su superior, se apresuró a mostrar su «sorpresa» por la orden recibida dado que fue el propio Camacho el que alertó a la Dirección General de la Policía de este asunto hace una semana. Nunca un traspaso de poderes había sido tan accidentado en un ministerio. El relevo en Interior se ha convertido en un calvario: el martes pasado, el ministro del Interior, José Antonio Alonso, encendió la disputa al hablar de la imprevisión política del Ejecutivo del PP en el 11-M. El miércoles, el anterior titular del departamento, Ángel Acebes, azuzó el fuego y tildó a Alonso de «miserable, mediocre e incompetente». Confidentes En ese contexto, un rotativo madrileño aseguró ayer que dos de los detenidos por la masacre de Madrid (el ex minero asturiano José Emilio Suárez Trashorras y su amigo marroquí Rafá Zuher) eran confidentes de la Policía y de la Guardia Civil. La noticia no tardó en convertirse en un arma arrojadiza entre el equipo saliente y el entrante. Antes del mediodía, Camacho ordenó por carta a los directores de ambos cuerpos que abrieran sendas investigaciones para aclarar si Suárez y Zuher colaboraron con las fuerzas de Seguridad. El secretario de Estado dispuso que el resultado de las pesquisas sea entregado de inmediato a Interior «y, si fuera procedente, a la autoridad judicial competente». Cuando las órdenes de Camacho llegaron a la Dirección General de la Policía, apenas unos minutos después, se desató la tormenta. Díaz de Mera contestó de inmediato para «recordar» al secretario de Estado que fue él mismo quien el viernes alertó al comisario general de Información, Jesús de la Morena, de que una familiar de Suárez difundió en la cárcel que el ex minero era colaborador policial. Al parecer, el secretario de Estado había tenido conocimiento de la existencia del supuesto confidente a través de Instituciones Penitenciarias. En el escrito remitido a Camacho, Díaz de Mera dice estar «sorprendido» por las órdenes y califica de «extemporánea» la investigación que se pide desde el Ministerio del Interior, sobre todo porque el secretario de Estado sabe que las pesquisas fueron abiertas el viernes. Las aguas podrían comenzar a volver a su cauce este viernes. Según desvelaron fuentes policiales, el dirigente del PSE Víctor García, responsable de seguridad de los cargos electos socialistas de Euskadi, será designado nuevo director general de la Policía en el Consejo de Ministros de hoy.