Zapatero y Bono apadrinan al nuevo presidente de Castilla-La Mancha

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el ministro de Defensa y ex presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, apoyaron con su presencia ayer en Toledo a José María Barreda durante el acto de toma de posesión como presidente de esta comunidad autónoma ante mil invitados. Un acto al que también acudieron, entre otros, los presidentes del Congreso y el Senado, Manuel Marín y Javier Rojo, y los presidentes de Andalucía y Aragón, Manuel Chaves y Marcelino Iglesias, respectivamente. Barreda, fiel escudero de Bono desde 1983 y a quien el actual titular de Defensa designó como su sucesor antes de ocuparse de este ministerio, dedicó palabras de agradecimiento y elogio a quien ha sido presidente de esta región en los últimos 21 años en un acto celebrado en el Museo de Santa Cruz. «El presidente Bono siempre lo será en nuestro corazón y memoria por su labor determinante en la existencia misma de Castilla-La Mancha», subrayó Barreda, que había sido precedido en los discursos por Bono. La emoción del ministro El ex presidente castellano-manchego reconoció sentir «una emoción fácil de entender» por entregar el testigo de la presidencia de Castilla-La Mancha a Barreda y, después de recordar la emoción que sintió hace 21 años cuando se convirtió en presidente autonómico, se dirigió a su sucesor a quien deseó «que Dios te ayude y, si me necesitas en algo, cuenta conmigo». Bono también resaltó que nunca se ha despedido de Castilla-La Mancha y que ha llegado a ser ministro «no a pesar sino por ser de Castilla-La Mancha».