La Policía investiga la implicación del hijo de 12 años de la pareja, que vivía con su padre
Un hombre mata a su ex mujer y a dos de sus hijos al incendiar su casa
El asesino, de carácter muy violento, había violado varias veces la orden de alejamiento La responsable d
Una mujer de 36 años Jennifer Irene Lara, y dos de sus tres hijos, María del Carmen, de 5 años, y Keith, de 8, murieron ayer en su domicilio de Alzira (Valencia) en un incendio provocado por el ex marido de la fallecida y padre de los niños. Se trata del tercer asesinato de una mujer cometido esta semana en España por violencia de género -19 fallecidas en lo que va de año-, que se ha cebado además en los hijos de las víctimas. Además de los dos pequeños de Alzira, un bebé de ocho meses murió el miércoles junto a su madre en una barriada de Málaga, acuchillados ambos por el padre de la criatura, y una niña falleció la semana pasada tras el accidente de tráfico sufrido junto a su padre, a la fuga después de apuñalar a la madre. Como en tantos otros casos, en el de Alzira proliferaban las señales de alarma. La relación de Jennifer con su ex marido y presunto homicida, Ismael Pablo Rodríguez González, estaba plagada de agresiones, peleas, denuncias y comparecencias en los juzgados en los últimos tres años. Tanto el hombre como la mujer tenían sendas órdenes recíprocas de alejamiento, según confirmó la Delegación de Gobierno, pero el presunto agresor la incumplía repetidamente, sin que se adoptaran medidas para garantizar su observancia a pesar de las quejas formuladas por la víctima. Una trampa mortal Los hechos se desencadenaron a raíz de una fuerte discusión entre ambos, al filo de la medianoche. Poco después, alrededor de las tres y media de la madrugada del viernes, el detenido volvió al domicilio de su ex mujer, entró en la casa, la roció con gasolina, prendió fuego, cerró con llave la puerta de la vivienda y se marchó. Los bomberos no pudieron ayudar a las víctimas, aunque sí lograron rescatar por el balcón a un amigo de la fallecida, J.A.N.M., que se encontraba en el piso en el momento del incendio y tuvo ser atendido después por intoxicación en el Hospital de La Ribera. La mujer lo había llamado para que pasara la noche con ella y sus hijos porque tenía miedo. La Policía, que ya ha detenido al presunto homicida, analiza el posible grado de participación en los hechos del tercer hijo, de 12 años. Los investigadores sospechan que le prestó las llaves del domicilio o que su padre se las robó. El menor residía con él en la actualidad y acostumbraba a actuar como «mensajero» entre éste y su madre. Varios vecinos recalcaron el carácter violento del ex marido y la amenaza constante que representaba para la víctima. «La maltrataba con frecuencia y nunca hizo caso de la orden» aseguró un amigo de Jennifer. La pareja se separó hace tres años y desde entonces él la amenazó con frecuencia para que volviera a su lado. Como consecuencia de las denuncias por amenazas y agresiones, el hombre tenía vigente desde diciembre su segunda orden de alejamiento de 200 metros, notificada en su día a la Policía Local, que «incumplía sistemáticamente sin que la jueza hiciera nada porque parece que se creía más lo que le contaba él que lo que ella le decía». Indignados, numerosos amigos y vecinos de la mujer fallecida denunciaron ayer que «hemos tenido que defenderla nosotros, abrirle la puerta de nuestra casa para que no durmiera sola y nadie ha hecho nada para evitar esto, que se veía venir», añadió Mino, otro amigo de la víctima. Más de 500 personas se concentraron ayer frente al ayuntamiento valenciano de Alzira para condenar la muerte de Jennifer y de sus dos hijos. La Asociación de Vecinos del barrio Bases Santos Patronos, donde residía la víctima, convocó una manifestación que concluyó a las puertas del consistorio. Los manifestantes llevan pancartas en la que se podía leer lemas como «No hay derecho para las mujeres maltratadas» o «Jueza es tu vístima».