| Reportaje | Motivos para manifestarse |
Pancartas con reverso
La marcha del Primero de Mayo en León sumó reivindicaciones distintas a la causa oficial, como la oposición a la privatización del agua, Sintel o el sector de artes gráficas
Un grupo de mujeres recordó el 1 de mayo la situación dramática por la violencia doméstica
El Primero de Mayo arrastró a las calles de la capital leonesa otras pancartas distintas a la que resumía la causa principal de la cita. Menciones variopintas de deseos sociales, movimientos vecinales, opciones políticas que predican que hubo Azaña, rebeldía contra la globalización, corrientes alternativas al liberalismo occidental se intercalaron en medio del paso sindical que recorrió la marcha roja que cada festividad del trabajo se abre en Guzmán y acaba ante las oficinas sindicales. Hubo una avanzadilla de manifestación, altavoz de denuncia de una situación que tiene en vilo a la sociedad, consternada cada día con el drama de la violencia contra las mujeres. Mujeres, precisamente, portadoras de una pancarta teñida de morado, en la que se exigía el fin de la violencia que se denomina de género, o doméstica. «No más terrorismo contra las mujeres» se escuchó por las calles céntricas de la capital leonesa, con unos metros de antelación con el repique del himno a la alegría, versión Miguel Ríos, que precedió en el recorrido a los líderes sindicales leoneses, portadores de la leyenda «Constitución Europea, por la paz, el pleno empleo y el bienestar». Pancartas y banderas en misión de augurio de la España republicana, asertos adheridos a la causa del Partido Comunista Español, recuerdos de las secciones sindicales de El Bierzo de la existencia de acoso laboral dejaron espacio notable a causas más concretas: algún adhesivo en recuerdo de las cuentas pendientes en el sector del transporte interurbano de viajeros; más notoria, apareció la pancarta del sector que protagoniza el último conflicto laboral en León: «Artes gráficas en huelga». Y la plataforma contra la privatización del agua caminó unos metros por delante del alcalde de la ciudad, con una sábana en la que se escribió un mensaje sobre la titularidad común sobre el agua. Anécdotas de la manifestación a parte -incluido el recibimiento caluroso a Juan Rodríguez Zapatero, hermano del presidente del Gobierno, cuando se sumó a la manifestación a su paso por Santo Domingo- hasta el mismo cartel de cabecera llevaba un mensaje en el reverso: el del no a la guerra, rojo sobre negro, que vistió la oposición popular leonesa a la participación de España en la guerra de Irak. En otro espacio, tres parkas grises y azules recordaron que Sintel existe; o que existió. «El camino para competir tras la ampliación de la Unión Europea no es el de rebajar los salarios» ISAAC MAURÍN, secretario de Comisiones Obreras en León