La policía cree que la comisión del 11-M puede ir contra la investigación
La apertura de una comisión de investigación en el Congreso sobre los atentados ha provocado un indisimulado malestar en los mandos de las fuerzas de Seguridad y entre los responsables y profesionales de la policía nacional, el cuerpo que principalmente se ha encargado de las pesquisas. Varios comisarios y comisarios generales han mostrado sus temores ante la perspectiva de que la comisión parlamentaria fuerce a los funcionarios a desentrañar algunas de las técnicas policiales y claves de la investigación. Los mandos del CNP, que esperan que los parlamentarios no obliguen a declarar a los operativos que llevaron el peso de las indagaciones, han encontrado incluso la compresión de los nuevos responsables políticos del Ministerio del Interior, a los que han pedido que expliquen «claramente» a los diputados los «peligros» de que, en su afán por conocer cuándo supieron los responsables políticos de los indicios que apuntaban al terrorismo islámico, obliguen a los funcionarios a dar a conocer a la opinión pública algunas de las prácticas policiales más comprometidas. La preocupación es «máxima» en lo que se refiere a las novedosas técnicas usadas para llegar a los terroristas gracias a las llamadas de los teléfonos móviles y a las tarjetas de prepago de las terminales. Se trata de una de las claves de la investigación pero también una cuestión muy importante para conocer en qué momento exacto supo el Gobierno que los indicios señalaban a Al Qaeda. En esa misma línea, explicar con detalle la forma en que las huellas dactilares fueron arrojando luz sobre los autores de la masacre también desvelará los pormenores de una práctica que las fuerzas de Seguridad emplean para otros muchos tipos de investigaciones criminales, no sólo de terrorismo. La tercera inquietud son los servicios de desactivación. Para aclarar en qué momento la policía supo que el explosivo usado era 'goma dos' y no la habitual dinamita industrial 'titadyne' -entienden los especialistas- habría que detallar a los representantes de la comisión del 11-M algunas de las técnicas y procedimientos de los artificieros. La posibilidad de que los TEDAX tengan que explicar en público sus prácticas y sus «ritmos» de trabajo es considerada por los mandos de esta unidad como una «verdadera aberración». «Decir a los malos el tiempo que necesitamos para localizarles si dejan una pista es un error de bulto» Comisario de la policía científica