Diario de León

Encarcelado como supuesto autor de los atentados del 11-S

«Estoy en la cárcel por una razón política»

El supuesto cerebro de Al Qaida en España duda que exista esta organización, rechaza cualquier vinculación con el terrorismo islámico y condena los atentados del 11-M

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Marco Romero - león
León

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Lleva más de tres años encarcelado en Soto del Real como presunto autor de los atentados del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos, pero desde el pasado 13 de abril el juez Garzón ha decidido que permanezca aislado en la cárcel leonesa de Villahierro. Su espacio vital se reduce a una pequeña celda con una cama de hormigón, un inodoro y un lavabo iluminados por una bombilla de 40 vatios, donde pasa 22 horas diarias. Las otras dos hace ejercicio en un patio de 80 metros cuadrados limitado por altos muros y un tejado de alambre de espino. Imad Eddin Barakat Yarkas Abu Dahdah sólo reza, piensa y lee. Su libro de cabecera son los miles de folios que componen el sumario que le relaciona con Al Qaida -Garzón le considera el supuesto responsable de la célula española de la organización terrorista liderada por Bin Laden- y con uno de los autores de los atentados de Madrid. Él niega cualquier implicación con el terrorismo islámico en esta entrevista exclusiva que accedió a contestar desde la cárcel. Su abogado, Jacobo Teijelo, fue el mediador y le entregó en mano el cuestionario el pasado viernes. El letrado leyó después las respuestas a este periódico, que las ha recogido en primera persona depurando cualquier apostilla de su defensor. Abu Dahdah contestó a todas las preguntas, aunque consideró que alguna de ellas tenían un ligero carácter «fascista». Este hispano-sirio, casado con una actriz española y padre de siete hijos de entre 17 años y cuatro meses, dice vivir una auténtica «tortura» -su abogado habla de un microguantánamo - con el único fin de introducirle «en la locura». Cuestiona la existencia de Al Qaida, de la que dice que es «un invento de la propaganda americana». Rechaza cualquier vínculo con organizaciones terroristas fundamentalistas y califica de «pavoroso» el momento en el que conoció los atentados de Madrid puesto que sabía que uno de sus hijos utilizaría el 11 de marzo uno de esos trenes. ?nvita al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón a investigar la posible vinculación de una secta marroquí con el 11-M, apuntando directamente a los hombres de Takfir, musulmanes exiliados que buscan el castigo de cualquier seguidor del Corán que no viva en su país de origen. -¿Cuándo y en qué condiciones llegó a España? -Con 17 años me fui de Siria, cuando el país aún estaba en guerra, para pasar a Jordania. Allí me ayudaron los Hermanos Musulmanes, porque este país sólo acoge exiliados políticos, pero nunca pertenecí a esta organización. Ahí estuve hasta que pude viajar a otros países y llegar primero a Francia y luego a España, donde empecé a trabajar como comercial. Fue entonces cuando conocí a mi mujer, actriz española que trabajó con Almodóvar. Nos enamoramos, nos casamos y hoy tenemos seis hijos. Después de casarme conseguí la nacionalidad española, al igual que mis hijos, que son españoles de origen. Todo este tiempo he vivido humildemente. Primero, en un piso en Fuenlabrada y después, en Vallecas. Soy un comerciante que tenía una vida moderada. Hasta que fui detenido todo era muy normal, me encontraba perfectamente integrado y nunca he tenido intención de marcharme porque ya lo considero mi país. -Está en la cárcel acusado de pertenecer a Al Qaida, de mantener contactos con los pilotos del 11-S y de reclutar voluntarios para la organización de Bin Laden. Usted sostiene su inocencia. ¿Por qué cree entonces que el juez ha decretado prisión preventiva? -En principio, no me acusan de pertenecer a Al Qaida, sino a otras muchas organizaciones, como los Soldados de Alá, de los que se han olvidado finalmente. Tampoco se me acusa de tener contacto directo con los pilotos. Lo único que hay es una agenda de uno de ellos en la que aparece mi nombre y un teléfono que fueron encontrados en la casa de Hamburgo donde viví junto a otros muchos. O sea, que si en algún momento hubiera habido contactos, éstos se habían perdido hace ocho años, y eso se puede comprobar. En cuanto a lo de reclutar voluntarios para Bin Laden, tampoco es así de claro, sino que el juez dice que animé a voluntarios a estimular la Jihad (guerra santa) haciendo como muyahidines en Bosnia, Chechenia, etcétera. Pero todo es falso. También se me acusa directamente de ser autor, no cómplice ni encubridor, de los asesinatos del 11-S, lo que lógicamente es muy difícil hacer desde Madrid, porque jamás he estado en Estados Unidos. La verdadera razón por la que estoy en la cárcel es política. Ahora mismo hay una campaña y una agresión constante de EEUU e Israel contra el mundo musulmán que se traduce en Bosnia, Chechenia, Palestina, Afganistán e Irak, donde los árabes son agredidos por estos grupos occidentales. Ha habido un plan perfectamente estructurado, en el que se incluía la represión o la restricción de libertad del mayor número posible de personas musulmanas. -Sinceramente, ¿cree que llegará a salir algún día a la calle como un hombre inocente? -En esa esperanza estoy y rezo todos los días por ello; mi defensa no ha sido nunca puramente política ni reivindicativa. -Sabe que sólo el hecho de estar en la cárcel por su presunta vinculación con Al Qaida le convierte en «persona non grata» para la sociedad española. ¿Ha pensado alguna vez en enviar a su familia fuera de España por miedo? -Me parece una pregunta con tintes fascistas. ¿Me va a decir sin escandalizarse usted mismo que en España hay exiliados políticos, exiliados por su forma de pensar y, lo más grave, decir esto que dice sin sonrojarse? -¿Si usted no encabezó la célula española de Al Qaida, tiene alguna idea de quién lo hizo? ¿A quién atribuye los atentados del 11-S y del 11-M? -Nunca encabecé una célula de Al Qaida. Ya mucha gente, y con razón suficiente, se plantea si existe Al Qaida o si realmente es un invento de la propaganda americana. Sí hay atentados terroristas, sí hay terrorismo entre los musulmanes contra Occidente, eso es evidente y la prueba está en el 11-M, pero lo que no se puede decir rotundamente es que Al Qaida existe. Respecto a la segunda pregunta, es evidente que los autores inmediatos del 11-S están muertos y, en cuanto al 11-M, yo ya dije en mi declaración y lo reitero ahora que ambos atentados son ideológicamente distintos y desde un punto de vista mulsulmán hay que analizarlos con distinto prisma. En el 11-S son pilotos suicidas y en el 11-M son personas que no pretendían inmolarse. Además tienen una diferencia cultural evidente, puesto que los primeros fueron cometidos por gente de cierto nivel. Una cosa es atentar contra grupos más o menos dirigentes o élites económicas y políticas de un país, como ocurre en el primer caso, y otra cometer un atentado indiscriminado contra población civil, y no precisamente de ninguna élite. Los atentados de Madrid entiendo que podrían atribuirse a una secta que responde al nombre de Takfir wal hijra (Anatema y Exilio), que es una especie de nihilismo al estilo ruso del siglo XIX en la que entienden que todos los musulmanes que están en excomunión hay que castigarlos y devolverlos a su origen. Esta gente se sale de la sociedad, entrenan, atacan y regresan a su país, por lo que no tienen límite en cuanto a mujeres, niños e incluso matar a sus propios padres. Lo hacen porque en el futuro serán nuevos infieles contra los que habrá que luchar. Esa secta es enemiga de los propios musulmanes ortodoxos, incluso de los integristas normales. Nació en Egipto en los años 40 y han actuado, sobre todo, en los años 70 y en Argelia, cuando se produjeron matanzas en poblados enteros. Yo he conocido a un imán de esos grupos en Inglaterra en una predicación que hice durante un debate público. Actualmente está preso en Inglaterra y sus ideas son totalmente opuestas a mí. -¿La opinión pública verá algún día a un Imad Eddin Barakat arrepentido y asumiendo todo lo que se le imputa? -Lógicamente no, a mí se me verá como hasta ahora. No me puedo arrepentir de algo que no he hecho y asumir lo que se me imputa porque es delito. Es curioso, pero en las acciones penales que se siguen en Estados Unidos por el 11-S jamás se ha hablado de mí. Y, sin embargo, aquí decidimos que soy autor de los atentados. Yo soy pacifista, para mí el Corán es amor y, desde luego, seguiré en esa línea como enemigo de cualquier forma de violencia contra españoles. -¿Conoce o ha tenido algún contacto con Bin Laden en algún momento de su vida? -Jamás, nunca, en ningún momento y de ninguna manera. Nadie ha dicho además que lo haya tenido. -También se le relaciona con diversos contactos internacionales de la organización terrorista a los que habría visitado en diversos y numerosos viajes al extranjero. ¿Cómo explica sus movimientos a pesar de su limitada situación económica? El auto del juez recalca en varios puntos que no puede disponer de grandes recursos en relación a su actividad laboral. -Cuando viajo, viajo muy barato porque voy a casas de conocidos. Los que salimos de Siria hace más de 20 años nos conocíamos todos. Digamos que éramos la derecha y estábamos muy perseguidos. Por eso ahora nos seguimos ayudando: la hospitalidad es un precepto coránico. Eso me permite viajar apenas sin costes a casas de musulmanes, lo que no significa que haya tenido contactos con terroristas. -¿Ha reclutado hombres en España para la causa muyahidín? El auto de su encarcelamiento abunda mucho sobre este asunto. -Tampoco. Según consta en la causa, existen unidades de voluntarios musulmanes, por ejemplo en Bosnia, donde había muyahidines de todo el mundo que eran unidades militares perfectamente organizadas, casualmente incluidas en el mismo bando que estaba España en ese momento. No he incitado a ningún muyahidín y nadie ha dicho que yo haya llevado a nadie a la guerra, el que iba lo hacía por su cuenta. Y así se puede entender además en el sumario. -Parece demostrado que ha mantenido contacto con integristas islámicos, caso de Zougam, detenido por los atentados del 11-M en Madrid. ¿Es posible conocer y tratar con fundamentalistas en el entorno personal y en el culto religioso sin estar al tanto de sus planes? -¿Pretende usted hacer responsable a todos los feligreses que asistan a un culto de lo que hagan todos sus correligionarios? ¿Debería una persona antes de ir a un servicio religioso asegurarse de qué es lo que piensan hacer el resto de personas allí presentes el resto de su vida? Y, por cierto, a Zougam sólo le conocía, nada más. -¿Dónde se encontraba el 11-S durante los atentados de EE.UU.? -En Madrid. -¿Cómo fue el momento en el que conoció el alcance de la masacre de Madrid y cómo vivió estos últimos atentados en la cárcel junto a los otros detenidos por supuesta colaboración con el terrorismo islámico? -Fue pavoroso porque mi hijo tenía que coger a las ocho de la mañana uno de los trenes y yo lo sabía. Me enteré poco después y pensé que estaría muerto, como víctima, por supuesto. Pero no lo llegó a coger porque le avisaron de que había explotado la primera bomba. El hecho de estar en la cárcel me hizo sentir una angustia y un dolor tremendos y me vi muy asustado por lo que podría haber pasado. En todo caso nunca pasé esos momentos con el resto de detenidos porque desde el principio estuve en un módulo donde no había ningún terrorista islámico. -Hay una frase que ha traído de cabeza a muchas partes de la investigación y que parece ser determinante para relacionarle con los atentados del 11-S. Supuestamente se escucha la siguiente frase en una conversación telefónica con un tal Shakur: «Dentro de las clases hemos entrado en el campo de la aviación e incluso hemos degollado al pájaro». ¿Me la explica? -Querría oír de nuevo esa frase porque no entiendo muy bien su traducción. ¿Quién dice hoy en dia en España campo de la aviación? ¿Por qué han puesto eso y no aeropuerto? Pues porque quizá se trate de una traducción literal forzada que cambia totalmente el contenido. En el árabe existe la frase «halal», que es el ritual en el que se degüellan los animales cuya carne se consume. He pedido reiteradamente oír esa frase original y, con intérpretes de árabe que entiendan el alepo (dialecto sirio), encontrarle un sentido. -¿Cómo es un día cualquiera para usted en la cárcel de León? -Mantengo mi culto religioso, cumplo con mis oraciones. Permanezco 22 horas encerrado en la celda. Salgo a un patio de 4 x 25 metros con muros de 10 metros de alto, que apenas dejan entrar la luz por una ranura. Y por si fuera poco hay una malla metálica cortante. Tengo prohibido cualquier contacto con los presos y a los funcionarios no les puedo ver y tampoco me dejan hablar con ellos. Mi familia no tiene coche y les cuesta mucho trabajo venir. Además, el dinero no abunda en estos momentos. Procuro escribir, voy leyendo el sumario y los pocos libros que me van llegando. Pero sobre todo intento mantenerme sereno y calmado porque es un sistema para llegar a la locura. La celda tiene una cama de hormigón sobre la que hay una fina colchoneta de espuma. Para ducharme me sacan una vez al día y como en la misma celda. También intento hacer ejercicios cuando salgo al patio para no entumecerme. Y esa es mi vida, un día tras otro, un día tras otro. Sigo manteniendo mi firmeza porque sé que mi familia me está esperando. -Tengo entendido que ha visitado Picos de Europa. ¿Conoce algo más de León o recuerda alguna estancia aquí? -Estuve hace mucho tiempo de visita con mi mujer. Tenía amigos en Asturias y alguna vez estuve de paso. -¿Cuál es su mensaje para quienes le creen y para quienes no le creen? -Tengo esperanza y confianza en la justicia española. Nadie debe verme como un enemigo, sino como una persona más amante de la paz. Tengo que decir que jamás he sido un hombre violento y, desde luego, no he encabezado nunca una organización terrorista. Y yo quiero saber lo que ha pasado, porque lo único que yo sé es que lo que dicen que ha pasado no ha pasado en lo que a mí se refiere. La palabra tolerancia, después del exabrupto de José María Aznar cuando la utilizó en la expresión «tolerancia cero», debe volver a ser una virtud. Pido tolerancia y convivencia.

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