Un jeque jordano preso en Londres autorizó la inmolación de Leganés

Un jeque jordano vinculado a Al Qaida preso en Londres autorizó a los siete terroristas acorralados por la Policía en un piso de Leganés el pasado 3 de abril a suicidarse mediante la deflagración de los explosivos en su poder, según han desvelado las llamadas telefónicas realizadas por los islamistas desde sus móviles durante el tiempo que duró el cerco policial. Los servicios de Información han logrado reconstruir «con la precisión de un cirujano», según fuentes de la investigación, las últimas horas de los suicidas gracias a la traducción de aquellas comunicaciones y del rastreo de los números en el extranjero que recibieron las llamadas de los islamistas fallecidos. Estos complejos trabajos han dado sus frutos: han permitido abrir nuevas líneas de investigación, en particular sobre las conexiones internacionales de la célula que dirigía Serhane Ben Fakhet El tunecino , entre las que aparecen uno de los responsables de los atentados de Bali y un misterioso profesor universitario de Túnez. Catorce llamadas Entre las 18 y las 21 horas de aquel sábado, desde el piso 1º puerta 2ª del número 40 de la calle Carmen Martín Gaite de Leganés se realizaron, al menos, catorce llamadas desde los móviles que la Policía pinchó días después de los atentados, ya que sus tarjetas de prepago pertenecían a la partida que Jamal Zougam compró para usarlas en las mochilas bombas y que también repartió entre los terroristas. Cuando el recadero de la célula, el huido Abdelmajid Bouchar, alertó a los siete inquilinos del piso de que ya estaban rodeados, sus primeras llamadas no fueron para sus familias, sino para los responsables «ideológicos y religiosos» de la célula y de los atentados. Según han desvelado fuentes de la investigación, los activistas telefonearon en tres ocasiones al jeque jordano Abu Qatadah Al Falastini, encarcelado en una prisión de Londres. Los dos primeros intentos de conectar con la cárcel británica fallaron. Al tercero lograron hablar unos minutos con el líder terrorista jordano. Al Falastani, autor de un vídeo encontrado en Cremona (Italia) en el que amenaza en nombre de Al Qaida con «destruir Roma» y «acabar con el perro de Berlusconi», «aprobó» la inmolación. Los hombres de El Tunecino aseguraron que intentarían morir matando en su particular yihad . Mientras los siete terroristas de Leganés arrancaban las cortinas para envolverse en «sudarios blancos de mártires», las llamadas internacionales continuaron. La siguiente fue a Indonesia. La Policía (UCIE) no ha logrado saber con exactitud la identidad del interlocutor, aunque los técnicos han determinado sin género de dudas que se trata de un «destacado líder» de la Yemaa Islamiya próximo a Abu Bakar Bashir, el clérigo indonesio que dirige esta organización vinculado a los atentados de Bali.