Los médicos denuncian el colapso de enfermos crónicos en Santa Isabel

Las mejoras de Santa Isabel respecto a su situación de hace doce años -cuando pasó a manos de la Junta de Castilla y León por un convenio con Caja España- no han afectado a su estructura general, ni tampoco a la adaptación adecuada de la unidad de larga estancia para los pacientes con enfermedad más grave y prolongada, en opinión del jefe de psiquiatría del Hospital de León. Desde hace un año, Santa Isabel es un centro sanitario más del área de salud de León que depende del hospital general pero con un porcentaje importante de pacientes cuya vinculación al centro no es estrictamente sanitaria. Al menos así lo afirman los psiquiatras responsables de la asistencia en el área de León. El «colapso» que sufre el departamento de larga estancia se debe, a su juicio, a la ausencia de movilidad interna por el estancamiento que sufren a su vez las estancias en geropsiquiatría y retraso mental. La unidad de enfermos crónicos de Santa Isabel figura en la estrategia de salud mental como un dispositivo residencial de asistencia psiquiátrica de ámbito regional con 50 plazas, aunque a abril de 2004 tenía ocupadas 43. «Ni está lo suficientemente dotada de personal, ni reúne las condiciones mínimas de estructura». alega el doctor Ortega respecto a la situación y grado de ocupación de la unidad residencial. Según este especialista necesita dos unidades diferenciadas, una de carácter abierto, con 30 plazas, y otra de ámbito cerrado, con 20. «Está colapsada», añade apoyado en un informe interno. Al menos dos personas están pendientes de un ingreso en la unidad de geropsiquiatría. Ortega subraya que el centro de crónicos sólo debe nutrirse de enfermos que «encajen» en los criterios sanitarios que determinan la gravedad y prolongación en el tiempo de la enfermedad. Una tradición «perversa» Pero también reclamó la «responsabilidad» de los servicios sociales para dar «cobijo» a personas que «no son enfermos mentales y por tradición o perversión están en Santa Isabel». Según este médico, el 90% de los 56 pacientes internados en la unidad de geropsiquiatría «podrían estar en residencias de la tercera edad» con una supervisión periódica de los psiquiatras. Lo mismo ocurre con las 55 personas que ocupan las plazas de la unidad de deficientes mentales. «La mayoría deberían derivarse a centros de discapacitación y atención a personas con minusvalías, no son pacientes que necesiten prioritariamente ser atendidos en un dispositivo sanitario», recalca . El responsable de psiquiatría en el área de salud de León explica que «se pervierte el sistema porque no nos dan la posibilidad de continuar los tratamientos en dispositivos adecuados y se producen situaciones como la permanencia injustificada en rehabilitación de pacientes que han fracasado porque no hay plaza en larga estancia». La solución pasa, según el psiquiatra, por una «remodelación a fondo del hospital Santa Isabel en su conjunto, importante y necesaria para que se adecúe al tipo de tratamiento que necesitan los enfermos». Para ello requirió «implicación decidida de la gerencia de salud». El jefe de psiquiatría recalcó que el hospital Santa Isabel «es un edificio más del Hospital de León, igual que el Monte San Isidro», pero bajo su actual estructura «no está en condiciones de funcionar porque ningún dispostivo está suficientemente bien habilitado ni desde el punto de vista físico, ni en cuanto a dotación de personal». Durante una década, la unidad de larga estancia no aceptaba ingresos de nuevos pacientes, con excepción de los derivados de la unidad de rehabilitación. Hace dos años, la Junta decidió convertirlo en un dispositivo de ámbito regional, por lo que debe admitir pacientes de cualquier provincia de Castilla y León. Sin embargo, el jefe de psiquiatría recalca que «no tenemos posibilidad real de atenderlos».