| Crónica | La intervención de los presidentes |
Un debate olvidado
Hace dieciocho años que el Senado no veía a un presidente presentar proyectos
Hace dieciocho años que el Senado no veía a un presidente del Gobierno presentar en su hemiciclo los proyectos de su gabinete. Y hace siete que tampoco acude ninguno a debatir el estado de las autonomías, por más que el reglamento de la Cámara establece que debe hacerse cada año. José Luis Rodríguez Zapatero retomó ayer una tradición que quiso implantar en su día Felipe González. El histórico dirigente socialista presentó su gobierno en el Senado a las pocas semanas de ser elegido presidente tras la victoria electoral socialista de 1982. Volvió a hacerlo cuatro años más tarde tras su reelección por mayoría absoluta. Y ahí quedó interrumpida la tradición. Fue también Felipe González quien inauguró el precepto reglamentario de convocar anualmente el debate sobre el estado de las autonomías. Pero no lo hizo hasta 1993, casi once años después de haber llegado al poder y cuando las comunidades autónomas llevaban ya una década de vida. En marzo de aquel año, el presidente del Gobierno debatió en largas sesiones plenarias del Senado con los 17 presidentes autonómicos. El modelo se repitió en septiembre de 1994. No pudo hacerse al año siguiente por la convocatoria anticipada de elecciones en Cataluña. Tampoco en 1996 por las elecciones generales y el cambio de gobierno. José María Aznar retomó la tradición en 1997 y el 11 de noviembre presentó en la Cámara alta el debate sobre el estado de las autonomías. La discusión con los presidentes autonómicos terminó en enfrentamiento y reabrió la polémica sobre el modelo autonómico. Desde entonces, ningún jefe de Gobierno ha vuelto al Senado. Por primera vez en la reciente historia de la democracia un presidente y su Gobierno acudieron al Senado a presentarse al inicio de la legislatura. Todos los gobernantes anteriores, desde Adolfo Suárez a José María Aznar pasando por Leopoldo Calvo Sotelo y Felipe González, se mostraron muy renuentes y sus presencias fueron esporádicas y protocolarias. Rodríguez Zapatero aseguró que tendrá otra relación y su comparecencia en la cámara será «frecuente». Se comprometió a convocar en el último trimestre de este año una conferencia de presidentes autonómicos.