Tres jóvenes rumanos mueren asfixiados en una casa de Guadalajara

La autopsia realizada a los tres súbditos rumanos que aparecieron muertos en la noche del sábado en una casa del municipio guadalajareño de Alaminos confirma que murieron asfixiados por intoxicación de monóxido de carbono de una bombona de cámping-gas con la que se calentaban. Los restos de los tres fallecidos, de 18, 19 y 31 años, dos de los cuales eran hermanos, se encuentran de momento en el Tanatorio Nuestra Señora de la Antigua de Guadalajara, en espera de que las familias determinen qué hacer con los cadáveres. Los cadáveres de los tres jóvenes fueron encontrados sobre las 14,00 horas de ayer sábado, asfixiados en una vieja vivienda de Alaminos, en cuya restauración llevaban trabajando tan sólo un día. El viernes, tras finalizar su primera jornada laboral en esta casa, decidieron quedarse a dormir en el municipio ya que eran las fiestas, y tras volver a la vivienda en obras, para calentarse, pusieron una bombona de cámping-gas en la habitación en la que dormían. La nula ventilación del habitáculo, de apenas 3 por 2 metros de dimensión, concentró todo el monóxido de carbono de la bombona, y ayer por la mañana sus cuerpos fueron encontrados por el propietario que los había contratado, que se acercó a la casa para llevarles algunas cosas que le habían pedido y los encontró muertos. La noticia ha producido una gran consternación en este municipio guadalajareño, ya que aunque no conocían a las víctimas, pues apenas llevaban unas horas trabajando en el pueblo, sí les habían visto la noche del viernes dando una vuelta con motivo de la celebración de las fiestas municipales. Reivindicación sindical A raíz de este suceso, los secretarios generales de CCOO y UGT en Castilla-La Mancha, Juan Antonio Mata y Carlos Pedrosa, respectivamente, han reclamado a las administraciones y a la patronal más atención hacia las condiciones laborales de los inmigrantes. Según indicó Mata, «reclamamos con firmeza a los gobiernos y a los empresarios que sea obligatorio alojar en condiciones dignas a los trabajadores inmigrantes». En este mismo sentido, Carlos Pedrosa afirmó que «tiene que ser obligatorio para los patronos que contraten a inmigrantes para tareas del campo o albañilería que pongan a su disposición un alojamiento digno y en condiciones de seguridad».