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| Crónica | Un día con vuelta de hoja |

Érase una urna con cara de palo

La escasa participación y la indiferencia de los estudiantes, no del profesorado, hacia los candidatos a rector hicieron del día de ayer una jornada electoral tediosa y aburrida

Una exposición sobre el problema saharaui dio el color a una jornada electoral sin sobresaltos

Publicado por
Marco Romero - león
León

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Si existe espíritu universitario, en el campus de León no está o yace escondido bajo el tejado de la terraza de la cafetería o en la pradera de Veterinaria. Después de la intensa lucha de los estudiantes por tener voto por primera vez en la elección de su rector, todo se quedó en una tibia participación por parte de la comunidad estudiantil leonesa. Puede ser que los candidatos no tuviesen el suficiente tirón para motivar porcentajes de participación históricos o que el calor invitase más a pasar el día tomando cañas o apurando las últimas horas en la biblioteca que siguiendo la jornada electoral «más aburrida de la historia de nuestra universidad», comentaba a mediodía uno de los interventores. Y es que tediosa fue un rato. Por poner un ejemplo, lo más importante que le había pasado a la presidenta y a los vocales de la mesa electoral de Biológicas y Ciencias Ambientales a la una de la tarde era la tapa de patatas con alioli que les habían llevado gratis vía cafetería. Eso por no contar que hasta entonces la anécdota del día estaba en las mesas de Económicas, donde se mostraban sorprendidos por el sucedáneo de café que les habían llevado también gratis. Como ya se ha dicho, de . Prohibido votar al aire libre La jornada electoral arrancó a las nueve de la mañana en la facultad de Económicas. Allí acudieron todos los convocados, que eran un presidente y dos vocales elegidos al azar por cada una de las trece facultades, además de los interventores designados por cada candidato. Y había que ir porque la no asistencia es sancionada en el expediente. Se dio el caso de ex alumnos que, matriculados en el actual curso escolar, concluyeron la carrera en febrero e igualmente tuvieron que ocupar su día como vocales. Tras el reparto de las mesas y su colocación en los recibidores de cada facultad, arranca la jornada electoral. Hubo una petición formal para sacar la mesa de Biológicas a la calle, pero fue denegada. A media mañana, los índices de participación eran tan sólo testimoniales entre los estudiantes, pero no entre el profesorado, cuya nómina había votado en un 60% a las doce de la mañana. A esa misma hora y en las mismas mesas, ubicadas en la facultad de Filosofía y Letras, el índice de participación del alumnado era del 15%. Ciencias vota antes que letras Votaron más y antes los de ciencias que los de letras, y para muestra un botón. A media mañana, en Industriales habían emitido su voto más de mil alumnos y en Económicas ya habían pasado por las urnas el 50% de los electores. Sin embargo, en Derecho el porcentaje no era ni del 16% en ese momento y del 8% en Educación. Los alumnos extranjeros, que tenían su urna en la facultad de Económicas, no mostraron gran interés por las elecciones. Llegada la tarde no había votado más que el 10%. Fue Ángel Penas, actual rector de la Universidad de León, el candidato más omnipresente de la jornada. Se dejó ver y fue mesa a mesa saludando a los alumnos: «Vaya bonito el día, ¿eh?», comentaba a un grupo de estudiantes que se quedaron con cara de palo. «Y pesado también», le respondieron entre dientes cuando ya se estaba yendo. Al final de la jornada ya empezaban a surgir las primeras pero tardías ideas: que si nos tenían que dar créditos por estar aquí, que si nos deberían pagar algo además del café y la comida... Nada operativo, pero comentario a comentario fue pasando un día indiferente para la mayor parte de la comunidad universitaria. El nuevo reparto de votos estipulado por la nueva ley universitaria obligará a celebrar una segunda vuelta. Ya hay quien tiembla.