El turismo extranjero representa ya casi una cuarta parte de la demanda

La clientela de los hoteles leoneses aparece integrada por una cuarta parte de extranjeros y un 75% restante de nacionales, en ambos casos con orígenes muy concretos. Entre los primeros predominan por proximidad portugueses y franceses, seguidos de alemanes e italianos, aunque empiezan a aparecer más americanos que ingleses y más japoneses que ciudadanos de Centroeuropa, por ejemplo suizos o austriacos. «Lo que apenas se ve por aquí», al contrario de las zonas turísticas del Mediterraneo, «son viajeros procedentes de los antiguos países de Rusia o del Este europeo», según el director del hotel Conde Luna, Alvaro Miguélez. Si llegan a León, lo hacen como inmigrantes. El Camino de Santiago, por el contrario, está sirviendo como foco de atracción para colectivos de las nacionalidades más diversas y lejanas, hasta el punto de que «empìezan a proliferar grupos de, por ejemplo, Canadá, Brasil y Australia en número relativamente importante». Esta demanda de plazas hoteleras por clientes tan culturalmente lejanos ha causado no poca sorpresa en el sector. En cuanto a la clientela nacional, las provincias o regiones de origen siguen siendo las de muchas décadas atrás, como Cataluña, Madrid, el País Vasco y, también por razones de proximidad, Asturias y Galicia, aunque en todos los casos las estancias son mujy breves, de apenas dia y medio por viajero, lo que convierte a la provincia en un simple lugar de paso. Las estancias de una semana o más suelen contratarse fuera del circuito del sector hotelero, mediante el alquiler de pisos y viviendas particulares para los meses punta del verano. Los beneficios de éste último tipo de actividad turística para la provincia resultan difíciles de medir por falta de controles, incluídos, por supuesto, los de Hacienda.