Alonso plantea el refuerzo de las plantillas especializadas en Al Qaida y una amplia batería de reformas
Interior triplicará la seguridad contra el terrorismo islámico en 18 meses
El titular de Interior, José Antonio Alonso, aprovechó su primera comparecencia en el Congreso de los Diputados para anunciar un gran plan antiterrorista contra Al Qaida. Un vasto dispositivo que incluirá el refuerzo de las plantillas especialistas en redes islamistas y una amplia batería de reformas legales para frenar la implantación de células radicales en España. El ministro, que advirtió de la «dimensión importante» que el terrorismo internacional está tomando en territorio nacional, tal y como demostraron los atentados del 11-M, prometió que el Gobierno buscará el máximo consenso en el Parlamento para las modificaciones normativas que se pondrán en marcha, entre ellas el más fácil y rápido acceso de las fuerzas de Seguridad a datos confidenciales de los ciudadanos. El plan contra el terrorismo islámico diseñado por el Ejecutivo -explicó Alonso- tendrá como uno de sus vértices esenciales el desembarco de personal y medios en los servicios de Información dedicados a las organizaciones satélites de Al Qaida. El ministro desveló que el objetivo de Interior es «llegar a triplicar en año y medio los recursos humanos y técnicos» de las unidades centrales de la Policía y de la Guardia Civil especializadas en organizaciones armadas internacionales. «Se han incorporado a nuestro escenario terrorista elementos radicales de raíz islámica, con una importante proyección internacional, de difícil detección y control», reconoció Alonso, quien garantizó que en breve las fuerzas de Seguridad contarán con hasta 600 agentes para tratar de conjurar la amenaza de Al Qaida. En la actualidad, sólo un centenar de funcionarios en la Guardia Civil y otros cien en la Policía Nacional trabajan en el área del terrorismo internacional. Siete zonas calientes Estos 400 nuevos especialistas irán destinados a «reforzar estructuras» en las siete zonas que el ministro definió como «sensibles» en la lucha contra el terrorismo islámico en España: Madrid, Cataluña, Levante, Murcia, Andalucía, La Rioja y Navarra. En estas regiones se crearán «unidades mixtas» de investigación con un doble objetivo: combatir la delincuencia vinculada a la financiación de células durmientes y recopilar información sobre radicales que puedan terminar integrándose en grupos armados. Para lograr convencer al mayor número de agentes para hacer cursos de especialización en grupos islamistas, Interior ya ha previsto hacer más «atractivas» estas unidades. Así los miembros de estos grupos gozarán de un «estatus específico», parecido al de los GEO o los Tedax. El interés de las fuerzas de Seguridad es captar a personas de origen árabe para ingresar en sus plantillas. El desembarco de nuevos agentes llevará aparejado, según José Antonio Alonso, un refuerzo de medios judiciales: se creará un «órgano judicial-fiscal» especializado en radicales islámicos que constituirá «el primer nivel de coordinación, prevención e investigación». Aunque no es de su competencia, el ministro del Interior anunció que habrá más traductores e intérpretes de árabe en estos juzgados especiales. El último de los vértices del plan antiterrorista será una batería de reformas legislativas con ocho puntos diferentes.