Zapatero anuncia que cada Parlamento será el que defina su reforma estatutaria

Mariano Rajoy acudió al Palacio de La Moncloa para su primera entrevista formal con el presidente del Gobierno con la intención de arrancar a José Luis Rodríguez Zapatero un compromiso sobre el calendario, el procedimiento y el alcance de las reformas de los Estatutos, pero salió igual que llegó. El jefe de la oposición y el del Ejecutivo constataron con «cordialidad» sus diferencias sobre el método a utilizar para acometer las reformas. El Gobierno dejará la iniciativa en manos de los Parlamentos autonómicos, mientras el PP quiere llegar a un acuerdo previo con el PSOE que establezca un techo preciso para las modificaciones. Dos horas de reunión no fueron suficientes para que el secretario general del PP lograra su principal objetivo: que Rodríguez Zapatero se retratara. Rajoy no consiguió que el presidente le aclarara «cuál es el objetivo final» de las reformas estatutarias que se propone impulsar el Ejecutivo. El PP es partidario de que sean el Gobierno, en primera instancia, y las Cortes Generales, después, quienes decidan qué competencias conservará el Estado y cuáles se cederán a las autonomías, a través del artículo 151 de la Constitución. El líder de la oposición quiere así impedir que las transferencias de competencias de titularidad estatal queden al albur de las exigencias de los Parlamentos autonómicos. «El Gobierno debe tener criterio», insistió el dirigente popular ante los periodistas tras la entrevista. «Cuando se abre el melón de las reformas hay que saber cuál es el principio y cuál el objetivo final». Puntualizaciones Aunque Rodríguez Zapatero no dio satisfacción a las múltiples concreciones que le pidió Rajoy, el presidente dejó claro a su interlocutor que «la primera palabra la debe tener cada Parlamento y la última, la Constitución», como única acotación previa a las reclamaciones autonómicas, según informaron fuentes de La Moncloa. En su opinión, ante las iniciativas de las asambleas autonómicas, el Gobierno y las Cortes Generales darán luz verde a las reformas que respeten la Carta Magna, logren un amplio consenso político y social y sirvan para reforzar la cohesión interterritorial. En cuanto al alcance de las reformas y el nivel competencial que se establecerá para cada Estatuto, Rajoy reclamó a Rodríguez Zapatero que los cambios se hagan con una perspectiva «global» y no «asimétrica», mediante un doble acuerdo entre el Parlamento nacional y los autonómicos, por una parte, y entre el Gobierno y la oposición, por otra. El Ejecutivo, sin embargo, aseguró que el proceso se desarrollará en función de las peticiones de cada territorio puesto que «no tienen sentido los Estatutos hechos con fotocopiadora».