Un 10% de las muertes se pueden atribuir al consumo de tabaco

El glamour de Humphrey Bogart echando el humo de un cigarrillo se tiene en la actualidad menos en cuenta que las consecuencias negativas que provoca en la salud inhalar nicotina. Las muertes atribuibles al consumo de tabaco en Castilla y León es superior al 10% de la mortalidad general, la mayoría hombres con edades comprendidas entre 35 y 69 años. El cáncer de pulmón continúa siendo la principal consecuencia del hábito del tabaquismo, con más de un 82%. Después, otros tumores, enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Entre las causas entre las mujeres, un retraso en el crecimiento del feto y, entre los hombres, disfunción eréctil -una cajetilla de tabaco la incrementa en un 60% de los casos-. En los años 60 se diagnosticaron sólo tres enfermedades provocadas por el tabaco, en la actualidad se ronda la treintena. La expectativa de vida de un hombre fumador se reduce en más de un 13% mientras que en las fumadoras lo hace en casi 15 años. El cálculo más fiable para saber en cuánto puede reducir la vida fumar se hace al restar cinco minutos de existencia por cada cigarrillo consumido.