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La maldición bíblica de Caín

Valdeón cortará por temerario el único acceso a la población más turística de Picos, que aporta 120.000 visitas a un parque cuyos gestores reinciden en un abandono ya insostenible

Publicado por
M. Romero - caín
León

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Llegar por carretera a la población más remota de la vertiente leonesa de Picos de Europa se convierte en un auténtico riesgo diario para sus habitantes y sus niños, para los vendedores ambulantes y los profesores, y de una forma casi única -única porque son pocos los que se atreven a repetir- para los 120.000 visitantes que llegan cada año a esta localidad a través de un angosto, sinuoso y agrietado camino con un desnivel de vértigo: de los 930 metros de altitud de Posada de Valdeón se desciende hasta los 480 metros en un tramo de nueve kilómetros. El autobús pasa dos veces cada día y también el vehículo que lleva a un grupo de niños hasta Posada. En el pueblo se quedan diez niños y niñas de entre tres y doce años que siguen su curso en una misma aula. La profesora de música, que baja a Caín dos veces por semana, ha decidido dejar el coche a mitad de camino y recorrer el último tramo a pie, justamente el que coincide con el punto donde se despeñó trágicamente hace varios meses un joven extranjero al dar marcha atrás a su coche para dar preferencia a un segundo conductor, dado que el ancho de la carretera impide el paso de dos vehículos. Este periódico tuvo la oportunidad de coincidir hace días con el único inspector de educación que ha tenido la deferencia de visitar el colegio de Caín en toda su historia. Marcial Renedo Herreros admitió: «No hay un CRA en Castilla y León que tenga tantas dificultades como este», refiriéndose a su clasificación como colegio «de dífícil desempeño» en la contratación de profesorado. A esos inconvenientes hay que sumar los de la joven de Caín que tiene que viajar tres horas diarias para llegar hasta el instituto de Riaño y los de tantos otros vecinos que ya tienen por normal el peligroso estado de su carretera. «Es intolerable». Así de tajante se manifestó el presidente de la junta vecinal, Víctor Sánchez. El alcalde de Posada, Mariano Rojo, responsable último de todo cuanto ocurra en esta carretera por ser de titularidad municipal, mantiene desde hace días su intención de cortarla al tráfico inminentemente por no estar dispuesto «a que ocurra cualquier desgracia, más aún con la avalancha de turistas que se avecina con el verano». Entretanto, el denominado «plan estrella» de la carretera de Caín, elaborado desde hace años y nunca presupuestado por el Ministerio de Medio Ambiente, sigue en el olvido. El proyecto prevé una transformación del camino en un vial seguro y sostenible. El alcalde de Posada garantiza que «no habrá trabas» con las expropiaciones. «Eso queda dicho», afirmó.

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