| Crónica | La semana política |
La economía se relanza
La parálisis que ha afectado el volumen de negocios tras las elecciones generales del 14-M está comenzando a ceder para dejar paso a grandes operaciones empresariales
Tan cierto es que la Bolsa y, en general, bancos y grandes empresas aceptaron sin problemas el retorno de los socialistas, como que se sufre una parálisis del volumen de negocios desde el 14-M. Parece como si los acontecimientos políticos tan intensos hubieran ocupado durante tres meses la atención de consumidores y grandes clientes. La mayoría de empresarios consultados señala que febrero estuvo bastante paralizado todo por la campaña electoral y las expectativas de cambio -sino de Rajoy por Zapatero, al menos de Aznar por Rajoy-. Marzo se abrió con mucha tensión en los primeros días, más el shock por el 11-M y el desconcierto posterior por el relevo en la Presidencia. Abril, formación de gobierno después de tres semanas de rumores de ministrables. Mayo nombramiento de altos cargos, de secretarios de Estado a Directores generales. ¿Y junio?. «Si no facturamos en junio nos vamos al último cuatrimestre y ya será muy difícil salvar el año», sostienen los empresarios consultados por Diario de León. Eso hace que junio, a pesar de la celebración de las elecciones europeas del próximo domingo, que no logran entusiamar de momento ni con los descafeinados debates en televisión, sea un mes de intensa actividad con eventos constantes y convenciones tratando de recuperar el tiempo perdido. Sectores como la electrónica y la informática, por ejemplo, suspiran por la recuperación de la capacidad contratadora de la Administración donde la parálisis es prácticamente total salvo en alguna autonomía y pocos ayuntamientos. Sector audiovisual La parálisis ha afectado también, de forma especial, al sector audiovisual con las televisiones sumidas en sus procesos de cambio o tránsito -TVE, TV-3, Canal Sur, etc, apenas contratan-, con incidencia radicalmente distinta en la prensa escrita. «Desde las elecciones catalanas vendemos más periódicos que nunca, al menos aquí», señala a Diario de León, Joan Cal, un pontevedrés que dirige el diario «Segre», el líder en Lérida. Le sucede lo mismo a La Vanguardia y El Periódico -beneficiados por el relevo de Pujol por Pasqual Maragall y después por el caso Carod- y, en general, a toda la prensa escrita española. El principal aviso de que el paréntesis terminó incluso para las grandes operaciones de fusión, llegó de una filtración sobre el inminente acuerdo entre Gas Natural, Sociedad General de Aguas de Barcelona y Endesa para crear una gran corporación de dimensión europea. Este periódico ha podido saber que el Ministerio de Industria (y tantas carteras más), que dirige José Montilla, no se opone a la operación aunque preferiría que le hubieran dado algún respiro porque los altos cargos acaban de ser nombrados. Un colaborador de la máxima confianza de Montilla comenta: «El ministro, que mira que es experto en política, sigue asombrado de cómo es permeable Madrid en materia de comunicación confidencial. Cenan aquí Ricard Fornesa, Antoni Brufau e Isidro Fainé, a solas con él, y a las 48 horas El País cuenta la reunión con detalle». Se le puede echar la culpa a Madrid pero los cuatro comensales eran catalanes o asimilados. Esa operación, de momento ralentizada, podría desencadenar otros movimientos en el sector energético porque los directivos consultados no ven a Iberdrola cruzada de brazos ante los acontecimientos ni a Unión Fenosa o Hidrocantábrico, tercera y cuarta eléctrica en dimensión, esperando que alguien les lance, por ejemplo, una OPA hostil. Aproximación El banderín de salida de esta operación, al contrario, podría depararnos operaciones sorpresa incluso entre empresas españolas y portuguesas. El tan manido Mercado Ibérico de la Energía -y otros sectores- podría empezar a concretarse antes de lo que se piensa. Aunque aparentemente la situación era mejor hace unos meses por la excelente relación personal entre José María Aznar y Durao Barroso, Diario de León tiene constancia de que existe una aproximación rápida propiciada por el entorno del primer ministro portugués hacia el nuevo inquilino de Moncloa para dar por amortizada la etapa anterior y abrir una fecunda etapa de relaciones ibéricas, políticas y económicas. «Pero hay que esperar a que pasen las europeas porque nuestros socios y amigos los socialistas portugueses no entenderían ahora mismo, en estos días, movimientos de este género, sobre todo cuando están muy bien situados para ganar las elecciones europeas», comenta José Blanco, el hombre fuerte del PSOE y uno de los dirigentes que mejor entiende la relación España-Portugal. Así lo entienden los principales empresarios portugueses quienes le solicitaron una reunión inmediatamente después del 14-M, reunión que tuvo lugar en la sede del Partido Socialista en Madrid. Superemos por tanto las europeas del próximo domingo de la forma más digna posible para todos y dispongámonos a ver acontecimientos importantes en la economía, también a escala ibérica.