La segunda fase de la traída del Porma es una de las prioridades

Un plan de ahorro del agua tratada que desperdicia León sería suficiente para garantizar el abastecimiento a la población actual, que tiene un consumo medio de 700 litros por habitante y día a pesar de que, según la OMS, sería suficiente con 100 litros. El previsible aumento de la demanda por el crecimiento urbanístico de la ciudad y la petición de otros municipios -San Andrés solicitó dos tomas para la época de estiaje- sitúan la ejecución de la segunda fase de la traída del Porma como una prioridad. Según el concejal Ramón Carrera, la primera fase, en funcionamiento desde hace doce años, está sobreexplotada y trata 100 l./seg. de agua por encima de sus posibilidades (500 l/seg.) La traída del Porma está diseñada para 345.000 habitantes, cuando se ejecuten las tres fases que harán posible la potabilización de 1.250 l./seg. En los últimos cinco años ha habido un aumento de más de 1.500 abonados, entre domésticos e industriales. En 1999, había 33.975 abonados domésticos y a finales del 2003 se alcanzó la cifra de 34.570. En cuanto a los industriales, se ha pasado de 7.850 abonados a 8.800. No hay estudios sobre tarifas en las ciudades donde se ha privatizado el agua. «No tiene por qué dispararse» -reconoce Andrés Sanz- «pero es posible que las mantengan durante tres o cuatro años y luego subirlas». Hay que mirar, advirtió, «la calidad» y los beneficios por vía indirecta: obras, campañas y servicios que realizan empresas afines, además de los 25 a 20 años que tienen para amortizar el canon inicial.