Las víctimas del 11-M admiten sentirse «ninguneadas» por el Ejecutivo

«Abandonadas y ninguneadas» por la Administración. Las víctimas de los atentados del 11-M no tuvieron precisamente palabras de agradecimiento al ministro del Interior, José Antonio Alonso, el primer responsable del Ejecutivo que se reúne con los dos recién creados colectivos de damnificados de la masacre: la Asociación de Afectados del 11-M (que agrupa a 200 víctimas de los atentados) y Atocha 11-M (que aglutina a cerca de 12.000 voluntarios). El primer encuentro con las víctimas del mayor atentado de la historia de España sirvió a la portavoz de la asociación de afectados, Clara Escribano Arenas, para dejar claro que «al margen de los homenajes, lo que realmente necesitamos es que nos ayuden en todos los niveles», desde el económico, al social, pasando por la asistencia jurídica o la psicológica. Esta enfermera del Hospital Doce de Octubre, a la que la bomba de Santa Eugenia le rompió los tímpanos y le dejó de recuerdo metralla incrustada en los músculos del cuello, explicó al ministro que la burocracia se está convirtiendo en «un verdadero calvario» para los afectados. «Nadie del Ejecutivo nos ha dicho qué tenemos que hacer. Toda la información se ha trasmitido de boca a boca», lamentó la responsable. Escribano insistió a Alonso con vehemencia en la necesidad de que Interior (a través de la Oficina de Víctimas del Terrorismo) ponga en marcha un «protocolo de actuaciones», que recoja todas las gestiones que tienen que llevar a cabo todos los afectados, tanto heridos como familiares de fallecidos, inmigrantes o personas que hayan sufrido daños materiales. Un manual que, además, sirva para coordinar las acciones de las tres administraciones involucradas: el Ayuntamiento de Madrid, la Comunidad de Madrid y el Gobierno central. La portavoz de la recién nacida asociación no calló, ni ante Alonso ni ante los medios de comunicación, la larga lista quejas: sólo los familiares de los fallecidos cobran las ayudas, las víctimas del 11-M no tienen un local para atender a los afectados («ahora estamos de okupas en una asociación de vecinos»), la «supuesta» ventana única sólo remite a nuevos trámites burocráticos, no hay dinero, ni psicólogos, ni abogados... Desatención A las quejas sobre la desatención del colectivo en general, la Asociación de Afectados del 11-M unió la denuncia sobre la situación de los inmigrantes «sin papeles». En la organización -explicó su responsable- están registrados heridos y familiares de fallecidos de trece nacionalidades diferentes. Según Escribano, «algunos de estos extranjeros en situación irregular han acudido a las comisarías para legalizar su situación y, en lugar de poder arreglar sus «papeles» como había prometido el Gobierno, han recibido una orden de expulsión». Alonso se mostró sorprendido ante la multitud de quejas y reclamaciones y no dudó en prometer que en breve la situación mejorará. El ministro reconoció que el Gobierno ahora que empiezan a «emerger todos los heridos», se enfrenta al reto de responder a las más de 15.000 solicitudes de asistencias médicas, psiquiátricas, ortopédicas o jurídicas que hasta el momento se han recibido. El titular de Interior se comprometió a ponerse a trabajar de inmediato en ese «protocolo» para coordinar la actuación de su departamento con la Comunidad de Madrid y el consistorio de la capital de España a fin de que las víctimas del 11-M tengan un «fácil y rápido acceso a las indemnizaciones».