La nueva Europa reunificada elige hoy al primer Parlamento de su historia

Los europeos pondrán fin esta noche al maratón electoral más grande de su historia. Unos 349 millones de ciudadanos, pertenecientes a 25 países, fueron llamados a las urnas de forma simultánea para elegir por cinco años a los 732 diputados, 54 de ellos españoles, que tendrá el primer Parlamento de la Europa reunificada. Tanto el número de candidaturas, hasta 946, como el de aspirantes a escaño, 14.670, permiten hablar de unos comicios colosales, pero que pueden verse empañados por un nivel de abstención igualmente titánico y por el voto de castigo a la mayor parte de los gobiernos nacionales. En la Cámara de Estrasburgo se han habilitado 106 bancos más para acoger a los representantes de diez nuevos países de la Unión. El ingreso de estos socios obligó a reequilibrar el hemiciclo, convirtiendo a España en el principal perjudicado, pues tuvo que ceder diez escaños. Francia, el Reino Unido e Italia perdieron nueve, al pasar de 87 a 78, mientras Alemania conserva intacta la delegación más numerosa: 99 actas. Lo que ocurra en estos cinco países, que suman más de la mitad de los escaños de la Europa de los Veinticinco, será decisivo en la composición de una Eurocámara que tendrá más poder y competencias que nunca y que, en la pasada legislatura, estuvo dominada claramente por la familia política del centro-derecha, tras veinte años de reinado socialdemócrata. Pero si por algo se caracterizan las elecciones europeas es, paradójicamente, por la cuasi inexistencia de un voto en clave europea, pues estos comicios se utilizan muchas veces para sancionar la actuación de los gobiernos nacionales. Los resultados de Holanda del pasado jueves, los únicos publicados hasta el momento, son un claro ejemplo de ello, pues supusieron un voto de castigo a la coalición de centro-derecha que dirige Jan Peter Balkenende. Batacazo a Blair También el Reino Unido celebró comicios locales y europeos. Y si bien sólo se publicó el resultado de los primeros, para no interferir en las elecciones de otros países, es evidente que los laboristas de Tony Blair recibieron un auténtico varapalo al recoger el descontento de la ciudadanía por la implicación del Gobierno en la guerra de Irak. Algo similar podría ocurrir en Alemania, pues los sondeos vaticinan una derrota histórica del Partido Socialdemócrata que dirige el canciller Gerhard Schröder, que obtendría en torno al 30% de los sufragios, frente a la democristiana CDU, que se haría con un 49%. Encuestas en contra En Francia, la encuestas publicadas durante la campaña electoral apuntan a que el Gobierno del conservador de Jean-Pierre Raffarin recogerá, como ya ocurrió con las regionales, el malestar del electorado hacia su política económica y social, mientras en Italia -donde el propio Silvio Berlusconi es candidato a la Eurocámara- las cosas son más impredecibles, ya que el Gobierno de derechas incluso podría verse favorecido por la liberación de los rehenes italianos en Irak. Bastante peor pueden acabar los socialdemócratas polacos, en el poder, pues poco menos que desaparecerán del mapa político si se toma en cuenta lo que dicen los sondeos.