Los españoles acuden hoy a votar con los resultados del 14-M en la memoria

Los españoles están convocados este domingo a las urnas para elegir a sus 54 representantes en el Parlamento Europeo. Pero, para la mayoría de ellos, la visita a los colegios electorales será un retorno al 14-M. De manera más o menos velada, las dos grandes formaciones nacionales -PSOE y PP- han convertido estos comicios en una revisión de los resultados de las pasadas generales: los socialistas quieren despejar cualquier duda sobre su triunfo; los populares necesitan una prueba de que su derrota fue consecuencia sólo de la conmoción que provocó la masacre de Madrid, no de la sosegada decisión de los ciudadanos. Un triunfo, además, revalidará la condición de líder de Mariano Rajoy. Los sondeos dan vencedores a los socialistas. Los expertos consideran que tres meses -dos de ejercicio real del gobierno- no son suficientes para que el electorado responda al mecanismo reflejo que impulsa a utilizar las elecciones europeas para castigar al partido gobernante. Pero los dirigentes del PSOE no se fían, temen que muchos de sus simpatizantes, sobre todo los jóvenes que les apoyaron en masa en las generales, se confíen hoy, no vayan a votar y eso permita al PP cobrarse la revancha. Sería un duro varapalo para el PSOE, cuyos líderes dedicaron grandes esfuerzos esta campaña a intentar convencer a los españoles de que los resultados del 14 de marzo fueron fruto de sus deseos de cambio, y no del trauma que provocó el 11-M. En este panorama, el PP optó por hacer una apuesta fuerte que ha jugado hasta sus últimas consecuencias. Día a día, cada vez con más insistencia, Jaime Mayor Oreja y Mariano Rajoy han dejado clara su visión de una contienda que, en una situación de estabilidad política, tiene escaso tirón entre el electorado. «Estas son unas elecciones europeas, pero también son unas elecciones generales», ha llegado a decir, de modo gráfico, el cabeza de lista popular. Lo de menos es cómo puede afectar el recuento de hoy a la política comunitaria. Las urnas dirimirán algo más cercano: si la derrota de la formación en las generales fue un revolcón coyuntural y si su secretario general tiene fuerza para liderar el camino de retorno al poder. Con el texto aprobado por Francia y Alemania sobre la mesa del Consejo de Seguridad , el líder de la oposición acusó a Zapatero de mentir al asegurar que no habría resolución que avalase la estancia en Irak de los soldados españoles antes del 30 de junio. Pero además le reprochó que, con su precipitación, sacara a España de la «primera división» en la que lo había colocado el anterior Gobierno de José María Aznar.