Rajoy reivindica la fortaleza del PP y reitera su compromiso como líder

El PP comenzó la noche hablando de «optimismo» -Acebes, a las 20.00 horas-, siguió hablando de «excelente resultado» -Mayor Oreja a las 22.00 horas- y acabó hablando casi de victoria. «El 13-J ratifica la fortaleza del PP y constata que los populares han reducido en sólo dos meses más de la mitad de la ventaja que el PSOE les sacó en las generales», dijo Rajoy a las 22.35. En la calle Génova había ganas de revancha tras el 14-M y la escasa diferencia de diputados entre el PP y el PSOE supo precisamente a eso, a revancha. Rajoy fue el que menos quiso mirar hacia el pasado, pero el 11-M sobrevolaba aún por la sede madrileña del PP. El secretario general dijo: «Pasó lo que pasó, pero este partido seguirá trabajando por España». Mayor Oreja sí se permitió alusiones más críticas en su intervención: «Y esto a pesar de que se han traído a las tropas de Irak», aunque tuvo que reconocer que la fotografía electoral de ayer -con la victoria del PSOE- era la fotografía real de España. El candidato popular salió en rueda de prensa en solitario y poco después le siguió Rajoy. No quisieron comparecer juntos «porque cada uno hemos tenido nuestro protagonismo». La imagen que se quiso transmitir desde Génova fue la de que había una satisfacción total por los resultados y, sobre todo, un agradecimiento infinito a sus votantes, simpatizantes y candidatos. «Han demostrado que saben estar a las duras y a las maduras», dijo Mayor Oreja. También el secretario general del PP hizo un capítulo de agradecimientos más largo que su hoja de servicios en el partido y aprovechó, además, para aclarar a cualquiera que tuviera dudas que seguirá siendo el líder de los populares. «Si ya tenía un gran compromiso con el PP aún lo aumento más», apuntó. «Dura competencia», «resultado muy igualado», y «hemos ganado en 12 comunidades autónomas» fueron algunos de los mensajes que se escucharon en Génova. Todas las consignas de los líderes que comparecieron a lo largo de la noche tenían una misión: Dejar claro que habían cumplido su objetivo, devolver la confianza a sus electores de que son un gran partido y la alternativa de Gobierno en España. Aznar no se acercó a la sede del PP. Se limitó a estar «en permanente con-tacto telefónico». Quería, y lo logró, dejar todo el protagonismo de la supuesta victoria a Rajoy.