Los populares conservan la mayoría relativa en el Parlamento de Estrasburgo

En Europa, al revés que en España. El Partido Popular Europeo (PPE) obtuvo la victoria global en las elecciones al Parlamento Europeo, donde contará, a falta de que se cons-tituyan los grupos políticos, con en torno al 35% de los escaños. El voto de castigo recogido por el canciller alemán Gerhard Schröder, unido a la exiguos resultados cosechados por los socialdemócratas en los antiguos países comunistas, deslucieron el avances obtenido por el Partido de los Socialistas Europeos (PSE) en España y Francia. Junto al PPE, la gran vencedora de la jornada fue la abstención, que se situó en el 55,8%, cinco puntos más que en 1999. Sólo en los países donde el voto es obligatorio, como Bélgica, Grecia o Chipre, se conseguían importantes tasas de participación, que fue escandalosamente baja en Polonia, donde sólo votó uno de cada cinco electores. En los resultados suele tener una importancia crucial lo que ocurre en los grandes países, especialmente en Alemania, que elige el 14% del total de escaños. El Partido Socialdemócrata del canciller Gerhard Schröder sufrió un descalabro, al obtener el 21,4% de los votos, menos de la mitad que la democristiana CDU (46,5%), que se convierte en el principal granero de los populares europeos. En el Reino Unido, los laboristas ganaron por la mínima, el 22%, pasando factura de la guerra de Irak, que les hizo perder el 6% de los votos con respecto a 1999. Los grandes derrotados fueron los tories, que perderán una docena de escaños en Estrasburgo, permitiendo sacar tajada a los euroescépticos Partido de la Independencia (UKIP). El electorado francés acabó asestando a Jean-Pierre Raffarin la «sanción justa, legítima y necesaria» que reclamaba el socialista, François Hollande, cuyo partido obutuvo el 29%, doblando así a la UMP de Jacques Chirac. El voto de castigo también llegó a Italia, donde el partido de Silvio Berlusconi sólo obtuvo el 23% de los sufragios. La coalición socialdemócrata del Olivo, apadrinada por Romano Prodi, alcanzó el 31%. Los populares obtuvieron la victoria en Polonia, Grecia, Luxemburgo, Holanda, Hungría, Letonia y República Checa, mientras que los partidos adscritos al PSE se anotaron las de Austria, Dinamarca, Irlanda, Suecia y Portugal, pero casi desaparecen del mapa en Polonia.