Los alemanes castigan la política de reformas de los socialdemócratas

Los electores alemanes votaron ayer en las elecciones europeas en contra del Partido Socialdemócrata (SPD) que gobierna en Berlín y cuyo resultado es el peor de su historia en unos comicios nacionales, según sondeos. El principal partido de la coalición gubernamental sólo ha logrado un 21,4% de apoyo en los comicios europeos, lo que es una caída de casi un 10% respecto a 1999 y los comentaristas definen ya este resultado como un descalabro, un desastre, un terremoto. Los sondeos señalan que el principal partido de oposición, la Unión Cristianodemócrata (CDU), es el partido más votado con entre un 45,1% de los sufragios, lo que supone un ligero retroceso respecto a los resultados de hace cinco años en que logró un 48,7% de apoyo. También ha ganado las elecciones regionales que se celebraron hoy en Turingia, donde obtuvo un 45 de los votos, casi seis puntos menos que hace cinco años pero podrá seguir gobernado en solitario. La CDU hizo campaña apelando a los electores a aprovechar estas elecciones para un voto de protesta contra el Gobierno roji-verde y su política de reformas. El secretario general del partido, Laurenz Meyer, declaró tras los comicios que los electores «han castigado al SPD». La mayoría de los electores no se interesaron por los comicios, la participación electoral fue más baja que nunca, un 40,5% (contra un 45,2% 1999 y casi un 80 en los últimos comicios generales) y quienes lo hicieron no votaron pensando en Europa. Según un sondeo de la primera cadena de televisión ARD, el 58% de los votantes quisieron mandar una advertencia al SPD. Los electores, sin embargo, se han limitado a castigar al principal socio de coalición y no al menor, los Verdes, que consiguen un 11,6% de los votos, 5,2 puntos más que en 1999. Paso de gigante del UKIP Mientras, en Gran Bretaña, el Partido Laborista del primer ministro británico, Tony Blair, sufrió un retroceso de seis puntos y consiguió sólo el 23% de los sufratios, mientras que los conservadores fueron los grandes perdedores del escrutinio con una caída de 14 puntos en beneficio de los euro-escépticos del UKIP. El Laborismo obtendría 22% de los sufragios y el Partido Conservador pasaría de 36% a 22%. Teniendo en cuenta que los eurodiputados británicos pasan de 87 a 78 en el nuevo Parlamento Europeo, el Laborismo perdería tres escaños y los tories 15, según el sondeo.