Las causas del fiasco
La falta de ilusión, el euroescepticismo y el buen tiempo son algunas de las razones que están detrás del hecho de que los votantes españoles, como el resto de los europeos, dieran mayoritariamente la espalda a las urnas el pasado domingo. Con todo, la mejor explicación para esta actitud la dieron ayer los ministros de Exteriores de la UE que, en un ejercicio de autocrítica poco habitual, admitieron que no han sabido transmitir a los ciudadanos la importancia de lo que estaba en juego, sobre todo, que se han dejado llevar por cuestiones de índole nacional. Para escenificar este acto de contrición pública, el presidente de turno del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores, el irlandés Brian Cowen, inició la reunión de ayer metiendo directamente el dedo en la llaga al pedir a sus colegas europeos: «Que levanten la mano los que hayan ganado las elecciones, pero los Gobiernos recientemente elegidos que se abstengan».