Rajoy condiciona el apoyo a Zapatero a que la UE respete el Tratado de Niza

José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy mantuvieron ayer su primer duelo parlamentario tras las elecciones europeas. Y lo hicieron precisamente en un debte sobre la futura Constitución europea que mostró la profunda brecha abierta en en política exterior. Zapatero compareció voluntariamente para explicar la posición del Gobierno en la reunión del Consejo Europeo de mañana. En la negociación sobre la Constitución «España jugará en positivo, sin amenazas ni bloqueos», aseguró Zapatero, desmarcándose así de las recomendaciones del PP de bloquear cualquier decisión que empeore la actual situación de España. Rajoy advirtió al presidente del Gobierno de que si en esa negociación acaba cediendo poder en el sistema de votación a cambio de obtener más europarlamentarios perjudicará gravemente los intereses de España. El líder del PP ofreció «apoyo incondicional» al Gobierno pero sólo en el caso de que defienda un sistema similar al de Niza, lo que hace prever que no apoyará la postura que finalmente acabe suscribiendo España. Zapatero insistió en la necesidad de alcanzar un acuerdo sobre la Constitución porque los líderes europeos no pueden permitirse «un segundo fracaso». Adelantó que en la negociación defenderá un sistema que garantice un equilibrio entre el Consejo, la Comisión y el Parlamento Europeo. En cuanto al sistema de votación, apostará por el de la doble mayoría, de estados y de población, pero reforzada con la exigencia de que para formar una minoría de bloqueo sean necesarios cuatro países. Rajoy dijo apoyar prácticamente todo el texto de la Constitución presentado por la Convención excepto el sistema de votación. Aseguró que la modificación del tratado de Niza que se propone perjudica a España y beneficia claramente a Francia y Alemania. Zapatero destacó que era la primera vez que un presidente comparecía antes de una cumbre europea pero Rajoy tachó de «insensatez» que el Gobierno haya enseñado sus cartas antes iniciarse la partida. Dirigiéndose al ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, le espetó que «su estrategia negociadora no ha podido ser más torpe». Josep Antoni Durán i Lleida (CiU) defendió la doble mayoría e insistió en la necesidad de un mayor reconocimiento de las regiones, idéntico argumento esgrimido por Joan Puigcercós (ERC) y Josu Erkoreka (PNV). Joan Herrera (IU-ICV) abogó por una Europa más social y Francisco Rodríguez (BNG) alertó sobre la falta de interés de los ciudadanos sobre la UE y lo achacó a que se construye sólo como un mercado.