«Nos han puesto palillos en la cerradura, pero nada más»
Los responsables de la clínica Buenavista dicen no haber tenido problemas con el vecindario ni con grupos antiabortistas, salvo algunas anécdotas que no pasan de tales o de sucesos menores. «Por aquí había antes alguien que venía casi todas las mañanas, antes de que nosotros abriéramos y nos metía palillos en la cerradura. Creo que lo hemos sufrido durante unos cinco años, imagino que para satisfacción del cerrajero, pero nada más, hasta que, por fín se nos ocurrió poner una cerradura que tiene una tapa». Según los responsables de la clínica, su actividad no ha sufrido en casi una década de existencia ningún tipo de campaña que pusiera en peligro su futuro o la enfrentara a la opinión pública, al margen de que sea mejor o peor vista en determinados sectores sociales, religiosos u opciones políticas., algo que tienen perfectamente asumido sus responsables. Tampoco le prestan atención los colectivos médicos objetores de prácticas abortivas, que se limitan a ignorarla. «Lo de los palillos y el cerrajero es el único caso fuerte de oposición que hemos tenido».